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Creatina y menopausia: beneficios, evidencia y cómo tomarlo

En el deporte, la creatina (sobre todo en su forma más conocida, el monohidrato) lleva muchos años siendo uno de los suplementos estrella. ¿Por qué? Porque ayuda a tener más fuerza, potencia y músculo, y también a recuperarse más rápido después de entrenar. Así que creatina y menopausia guardan mucha relación.

Y no sirve para atletas. Durante la menopausia, la bajada de estrógenos provoca varios cambios: perdemos masa muscular, los huesos se debilitan, el metabolismo se vuelve más lento (con más grasa en la barriga y más dificultad para regular el azúcar) y hasta la memoria puede verse afectada.

Aquí la creatina y menopausia puede ser un buen apoyo para esta etapa: ayuda a que las células produzcan energía de forma más eficiente, fortalece músculos y huesos y podría incluso cuidar la salud del cerebro. Si además se combina con ejercicio de fuerza y una alimentación saludable, puede marcar una gran diferencia en cómo nos sentimos en esta etapa.

¿Qué es la creatina?

La creatina es una sustancia que nuestro propio cuerpo fabrica a partir de algunos aminoácidos (los “ladrillos” de las proteínas). Su función es bastante simple: actúa como una batería de repuesto que se activa cuando necesitamos energía rápida.

Por ejemplo: si haces un sprint, saltas, levantas una bolsa pesada o necesitas reaccionar rápido, la creatina ayuda a que los músculos y el cerebro tengan la energía lista al instante, sin quedarse a medias.
Nuestro cuerpo produce cada día una parte de la creatina que necesitamos (en el hígado, los riñones y el páncreas), pero no toda. El resto lo obtenemos de la comida, sobre todo de la carne, el pescado y las aves.

Cambios en la creatina en la menopausia

Menos producción natural

La menopausia, con la bajada de estrógenos, no solo trae sofocos y cambios de humor: también afecta cómo producimos y almacenamos creatina, tanto en los músculos como en el cerebro.
Menos producción natural
Nuestro cuerpo fabrica creatina de forma natural, pero este proceso depende en parte de los estrógenos. Al caer sus niveles, la “fábrica interna” se vuelve menos eficiente. Además, en mujeres posmenopáusicas se han visto niveles más bajos de una enzima clave (la creatina quinasa), lo que significa que cuesta más regenerar energía de manera rápida.

Reservas musculares bajas

De entrada, las mujeres ya tenemos menos creatina en los músculos que los hombres. Con la menopausia, a esto se suma la pérdida de masa muscular (sarcopenia), lo que hace que las reservas bajen todavía más. ¿El resultado? Menos fuerza para esfuerzos cortos e intensos, más cansancio y una recuperación más lenta después de hacer ejercicio o incluso tareas cotidianas.

Cambios en el cerebro

El cerebro también usa creatina como “batería de emergencia”. Durante la menopausia se ha visto que sus niveles bajan en zonas relacionadas con la memoria y el ánimo, lo que puede contribuir a la niebla mental (“brain fog”), la fatiga y los despistes.

Impacto en los huesos

La creatina no actúa directamente en el hueso, pero sí a través del músculo: cuanto más fuerte está el músculo, más estimula al hueso a mantenerse denso y resistente. Con la pérdida de músculo y de creatina, esa estimulación se reduce, y la salud ósea también se resiente.

Riesgos metabólicos y musculares

La pérdida de peso rápida y sin medidas que preserven masa muscular (entrenamiento de fuerza + ingesta proteica adecuada) puede acompañarse de pérdida de masa magra. Además, en pacientes diabéticos, cambios glucémicos bruscos pueden influir en retinopatía; por tanto el seguimiento oftalmológico puede ser necesario en casos seleccionados. (Consensos clínicos y guías recomiendan monitorizar y ajustar tratamiento).

Evidencias científicas de la creatina y menopausia

Sarcopenia en la menopausia

La sarcopenia es la pérdida progresiva de masa y fuerza muscular, y tras la menopausia este proceso se acelera mucho más. ¿Por qué?
Los estrógenos bajan, y con ellos la capacidad del músculo para fabricar proteínas nuevas.
A medida que envejecemos, los músculos se vuelven más “perezosos” y responden peor tanto a la comida como al ejercicio.
El resultado: menos fuerza, menos agilidad y más riesgo de caídas y problemas de movilidad. Aquí, la creatina combinada con ejercicio de fuerza marca la diferencia.

  • Un estudio liderado por Darren G. Candow (investigador en fisiología del ejercicio) mostró que personas mayores de 50 años que combinaron creatina con entrenamiento ganaron, de media, 1,37 kg de masa magra y mejoraron la fuerza frente a placebo
  • En el ensayo de Chilibeck, mujeres posmenopáusicas que tomaron creatina y entrenaron durante 12 meses aumentaron fuerza, tamaño muscular y rendimiento en pruebas funcionales (por ejemplo, levantarse de una silla). Atención: sin entrenamiento, la creatina rara vez produce mejoras en fuerza o masa — la clave es combinar suplemento y ejercicio.
    Ojo: la creatina por sí sola no hace milagros. Si no hay entrenamiento, puede subir los niveles en el músculo, pero no genera cambios en fuerza ni masa muscular. La clave es la combinación: suplemento + ejercicio.

Salud ósea

En la menopausia los huesos también se debilitan: los estrógenos bajan y eso hace que los osteoclastos (células que destruyen hueso) trabajen más, mientras que los osteoblastos (células que construyen hueso) trabajan menos. Resultado: pérdida de densidad ósea y más riesgo de fracturas en columna, cadera y muñeca.
La creatina podría ayudar de dos maneras:

  • Indirecta: al fortalecer el músculo, genera más “tracción” sobre los huesos durante el movimiento, lo que estimula su remodelación y los mantiene más fuertes.
  • Directa: algunos estudios en laboratorio muestran que puede activar a los osteoblastos (células constructoras) y frenar a los osteoclastos (células destructoras).
    En el estudio de Chilibeck et al., 2015, mujeres posmenopáusicas que tomaron creatina + entrenaron durante 1 año perdieron un 70% menos de masa ósea en columna y cadera que el grupo placebo. Y ojo al dato: perder solo un 5% de densidad ósea puede aumentar hasta un 25% el riesgo de fractura.
    Además, el grupo con creatina ganó más fuerza en ejercicios como el press de banca (+64% frente a +34% del placebo) y mejoró en velocidad de marcha y equilibrio. Todo esto reduce caídas y, con ello, el riesgo de fracturas.

Salud cognitiva

El cerebro pesa poco, pero gasta muchísima energía (¡alrededor del 20% del total del cuerpo!). Y ahí la creatina funciona como un almacén extra de energía, ayudando a las neuronas a no quedarse sin “batería” en momentos de alta demanda.
Durante la menopausia y el envejecimiento, el cerebro sufre más estrés oxidativo, inflamación y dificultades para generar energía. Esto se relaciona con el deterioro cognitivo, problemas de memoria y mayor riesgo de demencia.
La creatina podría aportar un “colchón energético” extra al cerebro, protegiendo las neuronas y ayudando a mantener la función cognitiva. Algunos estudios iniciales ya sugieren que puede mejorar la memoria y reducir el “brain fog” en mujeres posmenopáusicas. Faltan más investigaciones, pero los resultados son prometedores.

Salud mental

El cerebro femenino es muy sensible a los cambios hormonales (menstruación, embarazo, menopausia). No es casualidad que la depresión afecte al doble de mujeres que de hombres.
Estudios muestran que las mujeres tienen menos creatina en el lóbulo frontal (zona del cerebro que regula memoria, decisiones, emociones y estado de ánimo). Eso significa menos energía disponible para las neuronas, lo que puede influir en cómo nos sentimos y en la capacidad de manejar el estrés.
Aquí la creatina puede ser un complemento interesante. No sustituye un tratamiento médico ni es un antidepresivo, pero al mejorar la energía disponible para el cerebro podría ayudar a reforzar el estado de ánimo y la resiliencia frente al estrés.

Seguridad y tolerabilidad

La creatina monohidratada es la forma más estudiada y se considera segura incluso en tomas prolongadas de hasta 1-2 años. En mujeres posmenopáusicas, las dosis habituales (3-5 g al día o ajustadas al peso, aprox. 0,1 g/kg/día) se toleran muy bien.
Lo que dicen los estudios:
En mujeres de 50 a 75 años, tras meses de suplementación, no se han visto daños en riñón ni en hígado, ni cambios relevantes en tensión arterial, azúcar en sangre o colesterol.
Revisiones científicas coinciden: en personas sanas, la creatina no ha mostrado efectos adversos graves.

Posibles efectos secundarios

  • Aumento de peso leve (0,5 – 1,5 kg): suele ser por más agua dentro de las células y, a medio plazo, por mayor masa muscular.
  • Molestias digestivas: como náuseas, diarrea o calambres, sobre todo si se toma en ayunas o en dosis muy altas de golpe. Se reducen tomando la creatina con comida y repartiendo la dosis.
  • Otros poco frecuentes: sensación de hinchazón o calambres musculares, que suelen desaparecer solos.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que en algunos casos, la suplementación con creatina no es recomendada:

  • Problemas renales moderados o graves: la creatina puede aumentar los niveles de creatinina en sangre y dificultar el control médico.
  • Enfermedad hepática avanzada: no porque dañe el hígado, sino porque su metabolismo podría alterarse.
  • Medicamentos que dañan el riñón (por ejemplo, antibióticos aminoglucósidos o antiinflamatorios tomados durante mucho tiempo): conviene controlar la función renal.
  • Embarazo y lactancia: no hay estudios suficientes, así que mejor evitar salvo indicación médica.

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EN FORMA

EN FORMA no solo está pensado para ayudar a prevenir la ganancia de peso (o combatirla), sino también para mejorar la fuerza muscular, cuidar de la salud ósea y estabilizar los niveles de azúcar en sangre.

  • Creatina: repone las reservas intramusculares, potenciando la fuerza y resistencia si se combina con ejercicio. Ideal para mantener y ganar masa muscular en esta etapa.
  • Vitamina D/K: trabajan en equipo para optimizar la absorción del calcio y dirigirlo correctamente hacia los huesos, favoreciendo una buena salud ósea.
  • DNJ: ayuda a reducir los picos de glucosa tras las comidas, favoreciendo un mejor control glucémico y energético.
  • Hidroxitirosol: este potente antioxidante de origen natural protege la salud cardiovascular, combate el estrés oxidativo y contribuye a mantener a raya el colesterol LDL.
  • Magnesio: ayuda a reducir el dolor muscular y mejora la reparación de este.

Referencias

  1. Wikipedia. (s.f.). Creatina. Wikipedia. Recuperado de https://es.wikipedia.org/wiki/Creatina
    The Times. (2025, julio 8).
  2. Creatine supplement: muscles, memory, and experience advice. Recuperado de https://www.thetimes.com/life-style/health-fitness/article/creatine-supplement-muscles-memory-experience-advice-7gmsvllmz
  3. Stanford Longevity. (2025, marzo 6). Supplements for women 40+. Recuperado de https://longevity.stanford.edu/lifestyle/2025/03/06/supplements-for-women-40/
  4. PubMed. (2021). [Creatine Supplementation in Women’s Health: A Lifespan Perspective]. Recuperado de https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33800439
  5. MDPI. (2019). Effectiveness of Creatine Supplementation on Aging Muscle and Bone: Focus on Falls Prevention and Inflammation. Journal of Clinical Medicine, 8(4), 488. https://www.mdpi.com/2077-0383/8/4/488
  6. Brosnan, J. T., & Brosnan, M. E. (2007). Creatine: Endogenous metabolite, dietary, and therapeutic supplement. Annual Review of Nutrition, 27, 241–261. https://doi.org/10.1146/annurev.nutr.27.061406.093621
  7. Forsberg, A. M., Nilsson, E., Werneman, J., Bergstrom, J., & Hultman, E. (1991). Muscle composition in relation to age and sex. Clinical Science (London), 81, 249–256. https://doi.org/10.1042/cs0810249
  8. Bundey, S., Crawley, J. M., Edwards, J. H., & Westhead, R. A. (1979). Serum creatine kinase levels in pubertal, mature, pregnant, and postmenopausal women. Journal of Medical Genetics, 16, 117–121. https://doi.org/10.1136/jmg.16.2.117
  9. Riehemann, S., Volz, H. P., Wenda, B., Hubner, G., Rossger, G., Rzanny, R., & Sauer, H. (1999). Frontal lobe in vivo (31)P-MRS reveals gender differences in healthy controls, not in schizophrenics. NMR in Biomedicine, 12, 483–489.
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El artículo ha sido escrito y revisado por la biotecnóloga Júlia Guri.

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Aceite de geranio
Reconfortante

El aceite de geranio ha demostrado tener un impacto sobre el estado de ánimo, en concreto sus propiedades para mejorar el humor. Su agradable olor y sus propiedades aromáticas se utilizan a menudo en aromaterapia. La aromaterapia con aceite de geranio ha sido reconocida por su potencial para aliviar los síntomas de ansiedad y depresión, contribuyendo a mejorar el estado de ánimo y a reducir los cambios de humor (1).

Aceite de lavanda
Calmante

La mayoría de estudios sobre el aceite de lavanda se centran en sus propiedades terapéuticas generales, como la relajación, el alivio de la ansiedad y sus efectos sedantes. Este aceite es conocido por sus efectos calmantes sobre el sistema nervioso, que pueden ayudar indirectamente con síntomas como los sofocos asociados al estrés o a los cambios hormonales durante la menopausia (1).

Aceite de
ylang-ylang
Calmante

El aceite de Ylang-ylang, extraído de las flores del árbol Cananga odorata, proporciona múltiples beneficios en diversas aplicaciones. Este aceite es especialmente valorado por su capacidad para reducir la presión arterial y fomentar la relajación cuando se absorbe a través de la piel. Asimismo, posee propiedades antibacterianas significativas (1).

1. Kurniawansyah, I., Ratnawulan, S., & Budiman, A. (2018). THE ANTIBACTERIAL ACTIVITIES OF AROMATHERAPY ESSENTIAL OILS OF LAVENDER (LAVANDULA ANGUSTIFOLIA MILL), ROSEMARY (ROSMARINUS OFFICINALIS L.) AND YLANG-YLANG (CANANGA ODORATA (LAMK.) HOOK) AGAINST AIRBORNE BACTERIA. International Research Journal Of Pharmacy. https://doi.org/10.7897/2230-8407.09692.

Reishi
Neuroregenerativo

El Reishi es un hongo medicinal que fomenta la proliferación de células progenitoras neurales (CPN) para mejorar la neurogénesis y aliviar el déficit cognitivo.

Es utilizado como agente terapéutico regenerativo para el tratamiento del deterioro cognitivo asociado a enfermedades neurodegenerativas (1).

Amapola Californiana
Sedante

La amapola californiana se emplea en el tratamiento de trastornos del sueño y ansiedad. Estudios han demostrado que la combinación de la amapola californiana con la valeriana contribuye de manera significativa a mejorar el insomnio. Este tratamiento favorece el aumento de la duración del sueño nocturno, reduce el número de despertares y alivia la ansiedad (1).

Pasiflora
Ansiolítica

Estudios sugieren que ayuda a reducir el estrés, y por lo tanto, puede ser útil en el tratamiento del insomnio, la ansiedad y la depresión. Su actuación incluye la inhibición de forma dosis dependiente de la unión de los antagonistas específicos a sus receptores GABAA y GABAB, además de inhibir la recaptación de GABA. (1)

Salvia
Termorregulador

Además del efecto estrogénico, la salvia da lugar a la modulación de distintos neurorreceptores y de los transportadores de serotonina – 5HT como modo de acción del extracto alcohólico de Salvia. officinalis. Esto en conjunto con su actuación sobre centro el termorregulador hipotalámico, resulta en un control de los síntomas  vasomotores (sofocos y sudores).

Maca
Energizante

El tratamiento de 6 semanas con maca en mujeres postmenopáusicas, ha mostrado una reducción significativa del 30,8% en la ansiedad con respecto al placebo, además de reducir la disfunción sexual en mujeres independientemente de su actividad estrogénica (1).

Estudios in vitro revelan un efecto anti-fatiga y potenciador de la capacidad muscular gracias a su capacidad de aliviar el estrés muscular post-ejercicio, mejorando el rendimiento físico y retrasando la fatiga muscular (2).

Las raíces de maca son una fuente de alta densidad nutricional, incluyendo carbohidratos, proteínas y fibra, además de minerales, vitaminas y aminoácidos. La maca destaca por mejorar la salud reproductiva y la libido. Su contribución nutricional la convierte en una fuente esencial de energía, especialmente beneficiosa para mujeres en la menopausia (3).

Tribulus
Lubricante

Estudios muestran que la suplementación con tribulus en mujeres menopáusicas mejora en un 83.3% la lubricación vaginal antes y durante las relaciones, luego de un periodo de consumo de 90 días (1).

Rhodiola
Anti-fatiga

Dentro de sus compuestos bioactivos, están las rosavinas y salidrosides, que ejercen un efecto positivo sobre el eje hipotalámico-pituitario-adrenal, reduciendo los niveles de cortisol a nivel del sistema nervioso. Por otro lado, estudios en mujeres menopáusicas muestran que sus activos tienen actividad selectiva por los receptores de estrógenos (ER-α), y actividad sobre la enzima óxido nítrico sintetasa, teniendo un efecto vasodilatador y antiinflamatorio (1).

Fenogreco
Modulador hormonal

Estudios revelan que la suplementación durante 90 días en mujeres con síntomas de postmenopausia, muestra una mejora significativa en la sequedad vaginal, reduciendo en un 50% las molestias asociadas. 

Además de reducir en un 47,8% los sofocos diarios, pasando desde 3 a 4 episodios diarios, a sólo 1 a 2 episodios (1).

Shatavari
Modulador hormomal

Sus compuestos activos, entre ellos, las saponinas, tienen una estructura similar a la del estrógeno humano, lo cual ha mostrado en estudios in vitro una alta capacidad para unirse a receptores de estrógenos (ER-α) en el cuerpo, imitando un efecto estrogénico generalizado de mediana intensidad, e incluso teniendo una acción anticarcinogénica ante casos de cáncer de mama (1).

En postmenopausia, su suplementación muestra mejoras en la función y potencia muscular, ayudando a preservar la masa muscular y previniendo estados de osteoporosis (2).

Ashwagandha
Anti-estrés
Estudios revelan que la suplementación durante 8 semanas en mujeres con síntomas de menopausia, mostró una reducción significativa de los síntomas clásicos, con especial mejora en el dominio psicológico como la ansiedad, estrés, irritabilidad y cambios de humor (1).

Sus compuestos activos actúan principalmente en el sistema nervioso central en donde simulan neurotransmisores inhibitorios (tipo GABA) que reducen los estímulos nerviosos; normalizan los niveles de dopamina y mejoran la función motora; intensifica la actividad de la acetilcolina y mejora la neurotransmisión sináptica. También a nivel de sistema inmune, estimula los linfocitos, células encargadas de conferir protección frente agentes patógenos externos (2).

Es por esto, que la ashwagandha se utiliza comúnmente como un adaptógeno, lo que significa que puede ayudar a equilibrar y regular el sistema nervioso central, reducir el estrés y mejorar la respuesta del cuerpo a la tensión física y emocional.