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Sueño y menopausia: por qué descansar se vuelve más difícil

Durante la menopausia, los cambios hormonales no solo afectan al ciclo menstrual, sino también al sueño, al estado de ánimo y al metabolismo. Muchas mujeres empiezan a notar que duermen peor, se sienten más cansadas durante el día, irritables o con menos energía.

De hecho, estudios como el SWAN, que siguió a más de 3.000 mujeres durante ocho años, encontraron que casi 1 de cada 3 mujeres perimenopáusicas tenía problemas de insomnio, frente a 1 de cada 4 en etapas previas a la menopausia. En este blog hablamos sobre sueño y menopausia, por qué descansar se vuelve más difícil y cuáles son las mejores soluciones naturales para volver a descansar.

Ritmo circadiano: el reloj interno que regula el sueño en la menopausia

Nuestro cuerpo funciona con un reloj biológico de aproximadamente 24 horas llamado ritmo circadiano, que regula el sueño, la temperatura, las hormonas y el metabolismo.

Este reloj se sincroniza con la luz del día y la oscuridad de la noche para que podamos dormir bien y estar activos durante el día.

Durante la menopausia, los cambios hormonales —especialmente la disminución de estrógenos y progesterona— pueden desajustar este reloj interno, provocando:

  • Dificultad para conciliar el sueño
  • Despertares nocturnos
  • Somnolencia durante el día
  • Cambios en el estado de ánimo

Melatonina y menopausia: la hormona que avisa “es hora de dormir”

La melatonina es la hormona encargada de avisarle al cerebro que es momento de descansar. Normalmente, se libera al atardecer, alcanza su punto máximo durante la madrugada y baja al amanecer.

En la menopausia, sus niveles suelen bajar y su ritmo se puede adelantar o retrasar, generando desajustes que dificultan dormir:

  • Algunas mujeres tienen el pico de melatonina más tarde y les cuesta conciliar el sueño.
  • Otras lo tienen más temprano y se despiertan demasiado pronto o con sueño fragmentado.

Además, la caída de estrógenos hace que la melatonina se produzca en menor cantidad, afectando la calidad del sueño y aumentando la fatiga y la irritabilidad.

Cortisol y menopausia: la hormona del estrés que altera el descanso

El cortisol normalmente se libera más por la mañana para activarnos y menos por la noche para favorecer el sueño. Durante la menopausia, su ritmo también puede desajustarse, con picos matutinos menos marcados o niveles nocturnos más altos de lo normal.

Esto provoca que el descanso sea menos reparador y que aumenten la somnolencia y la fatiga diurna.

Además, factores como la obesidad abdominal o el síndrome metabólico, más frecuentes tras la menopausia, empeoran este desajuste hormonal, creando un círculo vicioso entre insomnio, cansancio y alteraciones metabólicas.

Hormonas y sueño: por qué dormimos peor en la menopausia

Estrógenos y calidad del sueño

Los estrógenos ayudan a que los neurotransmisores funcionen correctamente, y estos son esenciales para dormir bien:

  • Serotonina: necesaria para entrar en las fases profundas del sueño y para producir melatonina. Menos estrógenos = sueño más fragmentado y despertares nocturnos frecuentes.
  • Dopamina: regula alerta y vigilia. Su descenso provoca somnolencia diurna y cansancio acumulado.
  • GABA: el “freno natural” del cerebro que ayuda a relajarse. Con menos estrógenos, su efecto disminuye, dificultando conciliar y mantener un sueño profundo.

Además, los estrógenos también controlan la temperatura del cuerpo. Cuando bajan, la sensibilidad al calor aumenta, provocando sofocos y sudores nocturnos que interrumpen el descanso.

Progesterona y descanso reparador

La progesterona también es clave para dormir bien:

  • Tiene un efecto relajante y ansiolítico al potenciar el GABA. Su descenso implica más dificultad para quedarse dormida y sueño fragmentado.
  • Colabora en regular la temperatura corporal, por lo que su caída agrava sofocos y sudores nocturnos.
  • Su disminución puede generar ansiedad o tensión emocional, lo que interfiere con el descanso y provoca despertares frecuentes.

Estrategias para dormir mejor en la menopausia

Higiene del sueño: hábitos que ayudan a descansar

La higiene del sueño se basa en rutinas que favorecen un descanso reparador:

  • Mantener horarios regulares de acostarse y levantarse.
  • Limitar la exposición a pantallas por la noche para no frenar la producción de melatonina.
  • Evitar cafeína, alcohol o comidas copiosas antes de dormir.
  • Crear un entorno propicio: temperatura adecuada, oscuridad, silencio y ropa de cama cómoda.

Ejercicio físico regular y calidad del sueño

La práctica habitual de actividad física moderada, como caminar, yoga o pilates, también mejora la calidad del sueño.

El ejercicio ayuda a:

  • Sincronizar los ritmos circadianos.
  • Aumentar el sueño profundo (fase N3).
  • Reducir ansiedad y mejorar el estado de ánimo.

DOMMA DESCANSO: cuidado para tu sueño y tu mente

DOMMA DESCANSO ha sido diseñado para acompañarte en la menopausia, ayudándote a sincronizar tu ciclo natural de sueño y proteger tu salud cognitiva.

Alivia sofocos nocturnos, favorece un descanso profundo y cuida tu mente para mantenerla ágil y activa gracias a ingredientes como:

  • Bisglicinato de magnesio: regula el sistema nervioso y mejora la relajación.
  • Salvia: ayuda a moderar la sudoración gracias a su efecto termorregulador.
  • Amapola californiana: favorece la conciliación del sueño y mejora su calidad.
  • Reishi: apoya la función circulatoria y equilibra el sistema nervioso.
  • GABA: neurotransmisor inhibidor clave para un sueño profundo.
  • Fosfatidilserina: protege la memoria y el aprendizaje.

Se ha demostrado que:

  • El 81% de las mujeres logra conciliar mejor el sueño.
  • El 77% mejora su calidad de descanso.
  • El 75% reduce sofocos y sudores nocturnos.

Referencias

 

  1. Gómez-Santos, C., Bandín Saura, C., Ros Lucas, J. A., Castell, P., Madrid, J. A., & Garaulet, M. (2016). Menopause status is associated with circadian- and sleep-related alterations. Menopause, 23(6), 682–690. https://doi.org/10.1097/GME.0000000000000612
  2. Madaeva, I. M., Semenova, N. V., Solodova, E. I., Kolesnikov, S. I., Zhambalova, R., & Kolesnikova, L. I. (2017). Circadian rhythms of melatonin secretion in peri- and postmenopausal women with insomnia. International Journal of Biomedicine, 7(2), 126–130. http://dx.doi.org/10.21103/Article7(2)_OA8
  3. Park, K. M. (2024). Sleep disturbance in perimenopausal women. Chronobiology in Medicine. Advance online publication. https://doi.org/10.33069/cim.2024.0027
  4. Bendis, P. C., Zimmerman, S., Onisiforou, A., Zanos, P., & Georgiou, P. (2024). The impact of estradiol on serotonin, glutamate, and dopamine systems. Frontiers in Neuroscience, 18, Article 1348551. https://doi.org/10.3389/fnins.2024.1348551




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El artículo ha sido escrito y revisado por la biotecnóloga Júlia Guri.

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Aceite de geranio
Reconfortante

El aceite de geranio ha demostrado tener un impacto sobre el estado de ánimo, en concreto sus propiedades para mejorar el humor. Su agradable olor y sus propiedades aromáticas se utilizan a menudo en aromaterapia. La aromaterapia con aceite de geranio ha sido reconocida por su potencial para aliviar los síntomas de ansiedad y depresión, contribuyendo a mejorar el estado de ánimo y a reducir los cambios de humor (1).

Aceite de lavanda
Calmante

La mayoría de estudios sobre el aceite de lavanda se centran en sus propiedades terapéuticas generales, como la relajación, el alivio de la ansiedad y sus efectos sedantes. Este aceite es conocido por sus efectos calmantes sobre el sistema nervioso, que pueden ayudar indirectamente con síntomas como los sofocos asociados al estrés o a los cambios hormonales durante la menopausia (1).

Aceite de
ylang-ylang
Calmante

El aceite de Ylang-ylang, extraído de las flores del árbol Cananga odorata, proporciona múltiples beneficios en diversas aplicaciones. Este aceite es especialmente valorado por su capacidad para reducir la presión arterial y fomentar la relajación cuando se absorbe a través de la piel. Asimismo, posee propiedades antibacterianas significativas (1).

1. Kurniawansyah, I., Ratnawulan, S., & Budiman, A. (2018). THE ANTIBACTERIAL ACTIVITIES OF AROMATHERAPY ESSENTIAL OILS OF LAVENDER (LAVANDULA ANGUSTIFOLIA MILL), ROSEMARY (ROSMARINUS OFFICINALIS L.) AND YLANG-YLANG (CANANGA ODORATA (LAMK.) HOOK) AGAINST AIRBORNE BACTERIA. International Research Journal Of Pharmacy. https://doi.org/10.7897/2230-8407.09692.

Reishi
Neuroregenerativo

El Reishi es un hongo medicinal que fomenta la proliferación de células progenitoras neurales (CPN) para mejorar la neurogénesis y aliviar el déficit cognitivo.

Es utilizado como agente terapéutico regenerativo para el tratamiento del deterioro cognitivo asociado a enfermedades neurodegenerativas (1).

Amapola Californiana
Sedante

La amapola californiana se emplea en el tratamiento de trastornos del sueño y ansiedad. Estudios han demostrado que la combinación de la amapola californiana con la valeriana contribuye de manera significativa a mejorar el insomnio. Este tratamiento favorece el aumento de la duración del sueño nocturno, reduce el número de despertares y alivia la ansiedad (1).

Pasiflora
Ansiolítica

Estudios sugieren que ayuda a reducir el estrés, y por lo tanto, puede ser útil en el tratamiento del insomnio, la ansiedad y la depresión. Su actuación incluye la inhibición de forma dosis dependiente de la unión de los antagonistas específicos a sus receptores GABAA y GABAB, además de inhibir la recaptación de GABA. (1)

Salvia
Termorregulador

Además del efecto estrogénico, la salvia da lugar a la modulación de distintos neurorreceptores y de los transportadores de serotonina – 5HT como modo de acción del extracto alcohólico de Salvia. officinalis. Esto en conjunto con su actuación sobre centro el termorregulador hipotalámico, resulta en un control de los síntomas  vasomotores (sofocos y sudores).

Maca
Energizante

El tratamiento de 6 semanas con maca en mujeres postmenopáusicas, ha mostrado una reducción significativa del 30,8% en la ansiedad con respecto al placebo, además de reducir la disfunción sexual en mujeres independientemente de su actividad estrogénica (1).

Estudios in vitro revelan un efecto anti-fatiga y potenciador de la capacidad muscular gracias a su capacidad de aliviar el estrés muscular post-ejercicio, mejorando el rendimiento físico y retrasando la fatiga muscular (2).

Las raíces de maca son una fuente de alta densidad nutricional, incluyendo carbohidratos, proteínas y fibra, además de minerales, vitaminas y aminoácidos. La maca destaca por mejorar la salud reproductiva y la libido. Su contribución nutricional la convierte en una fuente esencial de energía, especialmente beneficiosa para mujeres en la menopausia (3).

Tribulus
Lubricante

Estudios muestran que la suplementación con tribulus en mujeres menopáusicas mejora en un 83.3% la lubricación vaginal antes y durante las relaciones, luego de un periodo de consumo de 90 días (1).

Rhodiola
Anti-fatiga

Dentro de sus compuestos bioactivos, están las rosavinas y salidrosides, que ejercen un efecto positivo sobre el eje hipotalámico-pituitario-adrenal, reduciendo los niveles de cortisol a nivel del sistema nervioso. Por otro lado, estudios en mujeres menopáusicas muestran que sus activos tienen actividad selectiva por los receptores de estrógenos (ER-α), y actividad sobre la enzima óxido nítrico sintetasa, teniendo un efecto vasodilatador y antiinflamatorio (1).

Fenogreco
Modulador hormonal

Estudios revelan que la suplementación durante 90 días en mujeres con síntomas de postmenopausia, muestra una mejora significativa en la sequedad vaginal, reduciendo en un 50% las molestias asociadas. 

Además de reducir en un 47,8% los sofocos diarios, pasando desde 3 a 4 episodios diarios, a sólo 1 a 2 episodios (1).

Shatavari
Modulador hormomal

Sus compuestos activos, entre ellos, las saponinas, tienen una estructura similar a la del estrógeno humano, lo cual ha mostrado en estudios in vitro una alta capacidad para unirse a receptores de estrógenos (ER-α) en el cuerpo, imitando un efecto estrogénico generalizado de mediana intensidad, e incluso teniendo una acción anticarcinogénica ante casos de cáncer de mama (1).

En postmenopausia, su suplementación muestra mejoras en la función y potencia muscular, ayudando a preservar la masa muscular y previniendo estados de osteoporosis (2).

Ashwagandha
Anti-estrés
Estudios revelan que la suplementación durante 8 semanas en mujeres con síntomas de menopausia, mostró una reducción significativa de los síntomas clásicos, con especial mejora en el dominio psicológico como la ansiedad, estrés, irritabilidad y cambios de humor (1).

Sus compuestos activos actúan principalmente en el sistema nervioso central en donde simulan neurotransmisores inhibitorios (tipo GABA) que reducen los estímulos nerviosos; normalizan los niveles de dopamina y mejoran la función motora; intensifica la actividad de la acetilcolina y mejora la neurotransmisión sináptica. También a nivel de sistema inmune, estimula los linfocitos, células encargadas de conferir protección frente agentes patógenos externos (2).

Es por esto, que la ashwagandha se utiliza comúnmente como un adaptógeno, lo que significa que puede ayudar a equilibrar y regular el sistema nervioso central, reducir el estrés y mejorar la respuesta del cuerpo a la tensión física y emocional.