¿Cuánto dura realmente la menopausia?

¿Cuánto dura realmente la menopausia?

¿Cuánto dura realmente la menopausia? Una mirada profunda basada en la ciencia

La menopausia es una transición biológica significativa en la vida de una mujer, marcada por el cese permanente de la menstruación. Aunque es un proceso universal, su duración y manifestación varían ampliamente entre individuos. Este artículo explora, desde una perspectiva científica, las fases de la menopausia, la duración de los síntomas y los factores que influyen en esta etapa vital.

Fases de la menopausia:

La menopausia se compone de varias etapas, cada una con características y duraciones específicas:

Perimenopausia: La transición hormonal
La perimenopausia es el período previo a la menopausia, donde se producen fluctuaciones hormonales significativas. Esta etapa puede comenzar en la cuarta década de vida y durar entre 2 y 8 años. Durante la perimenopausia, los niveles de estrógeno y progesterona varían, lo que puede provocar síntomas como irregularidades menstruales, sofocos y cambios de humor.

Menopausia: El cese de la menstruación
La menopausia se define clínicamente como la ausencia de menstruación durante 12 meses consecutivos, sin causas fisiológicas o patológicas evidentes. La edad promedio de inicio es alrededor de los 51 años, aunque factores como el tabaquismo pueden adelantar su aparición.

Posmenopausia: La etapa posterior
La posmenopausia abarca el período posterior a la menopausia y se extiende por el resto de la vida de la mujer. Aunque los síntomas suelen disminuir con el tiempo, algunas mujeres pueden experimentar manifestaciones como sofocos o sequedad vaginal durante años.

Duración de los síntomas menopáusicos: Evidencia científica

La duración e intensidad de los síntomas asociados a la menopausia varían considerablemente:

Sofocos: Persistencia a largo plazo
Los sofocos son uno de los síntomas más comunes y pueden durar desde varios meses hasta más de una década. Estudios indican que aproximadamente el 10% de las mujeres continúan experimentándolos en la séptima década de vida.

Alteraciones del sueño y cambios emocionales
Problemas como el insomnio y las fluctuaciones emocionales suelen ser más pronunciados durante la perimenopausia y los primeros años de la posmenopausia. Aunque tienden a disminuir con el tiempo, pueden persistir en algunas mujeres, afectando su calidad de vida.

Factores que influyen en la duración y experiencia de la menopausia

Diversos factores pueden modificar la experiencia menopáusica:

Genética y antecedentes familiares
La edad de inicio y la duración de la menopausia pueden estar influenciadas por factores genéticos. Estudios sugieren que la escolaridad después de secundaria puede retrasar la edad de inicio de la menopausia, mientras que procedimientos como la histerectomía pueden adelantarla.

Estilo de vida y factores ambientales
Hábitos como el tabaquismo están asociados con un inicio más temprano de la menopausia y síntomas más severos. Por otro lado, una dieta equilibrada y la práctica regular de ejercicio pueden influir positivamente en la experiencia menopáusica.

Impacto de la menopausia en la salud a largo plazo

La menopausia no solo marca el fin de la fertilidad, sino que también tiene implicaciones en diversos aspectos de la salud:

Salud ósea y cardiovascular
La disminución de estrógenos durante la menopausia puede aumentar el riesgo de osteoporosis y enfermedades cardiovasculares. Es fundamental adoptar medidas preventivas, como una alimentación rica en calcio y vitamina D, y mantener una actividad física regular.

Función cognitiva y salud mental
Algunas mujeres pueden experimentar cambios en la función cognitiva y en el estado de ánimo durante la menopausia. La disminución de estrógenos puede influir en la química cerebral, afectando la memoria y el estado emocional.

Conclusión: 

La menopausia es una etapa natural en la vida de una mujer, con una duración y manifestaciones que varían ampliamente. Comprender las fases, síntomas y factores influyentes permite una mejor preparación y manejo de esta transición. Es esencial consultar con profesionales de la salud para obtener orientación personalizada y adoptar hábitos de vida saludables que promuevan el bienestar durante y después de la menopausia.

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El artículo ha sido escrito y revisado por la biotecnóloga Júlia Guri.

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Aceite de geranio
Reconfortante

El aceite de geranio ha demostrado tener un impacto sobre el estado de ánimo, en concreto sus propiedades para mejorar el humor. Su agradable olor y sus propiedades aromáticas se utilizan a menudo en aromaterapia. La aromaterapia con aceite de geranio ha sido reconocida por su potencial para aliviar los síntomas de ansiedad y depresión, contribuyendo a mejorar el estado de ánimo y a reducir los cambios de humor (1).

Aceite de lavanda
Calmante

La mayoría de estudios sobre el aceite de lavanda se centran en sus propiedades terapéuticas generales, como la relajación, el alivio de la ansiedad y sus efectos sedantes. Este aceite es conocido por sus efectos calmantes sobre el sistema nervioso, que pueden ayudar indirectamente con síntomas como los sofocos asociados al estrés o a los cambios hormonales durante la menopausia (1).

Aceite de
ylang-ylang
Calmante

El aceite de Ylang-ylang, extraído de las flores del árbol Cananga odorata, proporciona múltiples beneficios en diversas aplicaciones. Este aceite es especialmente valorado por su capacidad para reducir la presión arterial y fomentar la relajación cuando se absorbe a través de la piel. Asimismo, posee propiedades antibacterianas significativas (1).

1. Kurniawansyah, I., Ratnawulan, S., & Budiman, A. (2018). THE ANTIBACTERIAL ACTIVITIES OF AROMATHERAPY ESSENTIAL OILS OF LAVENDER (LAVANDULA ANGUSTIFOLIA MILL), ROSEMARY (ROSMARINUS OFFICINALIS L.) AND YLANG-YLANG (CANANGA ODORATA (LAMK.) HOOK) AGAINST AIRBORNE BACTERIA. International Research Journal Of Pharmacy. https://doi.org/10.7897/2230-8407.09692.

Reishi
Neuroregenerativo

El Reishi es un hongo medicinal que fomenta la proliferación de células progenitoras neurales (CPN) para mejorar la neurogénesis y aliviar el déficit cognitivo.

Es utilizado como agente terapéutico regenerativo para el tratamiento del deterioro cognitivo asociado a enfermedades neurodegenerativas (1).

Amapola Californiana
Sedante

La amapola californiana se emplea en el tratamiento de trastornos del sueño y ansiedad. Estudios han demostrado que la combinación de la amapola californiana con la valeriana contribuye de manera significativa a mejorar el insomnio. Este tratamiento favorece el aumento de la duración del sueño nocturno, reduce el número de despertares y alivia la ansiedad (1).

Pasiflora
Ansiolítica

Estudios sugieren que ayuda a reducir el estrés, y por lo tanto, puede ser útil en el tratamiento del insomnio, la ansiedad y la depresión. Su actuación incluye la inhibición de forma dosis dependiente de la unión de los antagonistas específicos a sus receptores GABAA y GABAB, además de inhibir la recaptación de GABA. (1)

Salvia
Termorregulador

Además del efecto estrogénico, la salvia da lugar a la modulación de distintos neurorreceptores y de los transportadores de serotonina – 5HT como modo de acción del extracto alcohólico de Salvia. officinalis. Esto en conjunto con su actuación sobre centro el termorregulador hipotalámico, resulta en un control de los síntomas  vasomotores (sofocos y sudores).

Maca
Energizante

El tratamiento de 6 semanas con maca en mujeres postmenopáusicas, ha mostrado una reducción significativa del 30,8% en la ansiedad con respecto al placebo, además de reducir la disfunción sexual en mujeres independientemente de su actividad estrogénica (1).

Estudios in vitro revelan un efecto anti-fatiga y potenciador de la capacidad muscular gracias a su capacidad de aliviar el estrés muscular post-ejercicio, mejorando el rendimiento físico y retrasando la fatiga muscular (2).

Las raíces de maca son una fuente de alta densidad nutricional, incluyendo carbohidratos, proteínas y fibra, además de minerales, vitaminas y aminoácidos. La maca destaca por mejorar la salud reproductiva y la libido. Su contribución nutricional la convierte en una fuente esencial de energía, especialmente beneficiosa para mujeres en la menopausia (3).

Tribulus
Lubricante

Estudios muestran que la suplementación con tribulus en mujeres menopáusicas mejora en un 83.3% la lubricación vaginal antes y durante las relaciones, luego de un periodo de consumo de 90 días (1).

Rhodiola
Anti-fatiga

Dentro de sus compuestos bioactivos, están las rosavinas y salidrosides, que ejercen un efecto positivo sobre el eje hipotalámico-pituitario-adrenal, reduciendo los niveles de cortisol a nivel del sistema nervioso. Por otro lado, estudios en mujeres menopáusicas muestran que sus activos tienen actividad selectiva por los receptores de estrógenos (ER-α), y actividad sobre la enzima óxido nítrico sintetasa, teniendo un efecto vasodilatador y antiinflamatorio (1).

Fenogreco
Modulador hormonal

Estudios revelan que la suplementación durante 90 días en mujeres con síntomas de postmenopausia, muestra una mejora significativa en la sequedad vaginal, reduciendo en un 50% las molestias asociadas. 

Además de reducir en un 47,8% los sofocos diarios, pasando desde 3 a 4 episodios diarios, a sólo 1 a 2 episodios (1).

Shatavari
Modulador hormomal

Sus compuestos activos, entre ellos, las saponinas, tienen una estructura similar a la del estrógeno humano, lo cual ha mostrado en estudios in vitro una alta capacidad para unirse a receptores de estrógenos (ER-α) en el cuerpo, imitando un efecto estrogénico generalizado de mediana intensidad, e incluso teniendo una acción anticarcinogénica ante casos de cáncer de mama (1).

En postmenopausia, su suplementación muestra mejoras en la función y potencia muscular, ayudando a preservar la masa muscular y previniendo estados de osteoporosis (2).

Ashwagandha
Anti-estrés
Estudios revelan que la suplementación durante 8 semanas en mujeres con síntomas de menopausia, mostró una reducción significativa de los síntomas clásicos, con especial mejora en el dominio psicológico como la ansiedad, estrés, irritabilidad y cambios de humor (1).

Sus compuestos activos actúan principalmente en el sistema nervioso central en donde simulan neurotransmisores inhibitorios (tipo GABA) que reducen los estímulos nerviosos; normalizan los niveles de dopamina y mejoran la función motora; intensifica la actividad de la acetilcolina y mejora la neurotransmisión sináptica. También a nivel de sistema inmune, estimula los linfocitos, células encargadas de conferir protección frente agentes patógenos externos (2).

Es por esto, que la ashwagandha se utiliza comúnmente como un adaptógeno, lo que significa que puede ayudar a equilibrar y regular el sistema nervioso central, reducir el estrés y mejorar la respuesta del cuerpo a la tensión física y emocional.