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Sol, manchas y arrugas en la menopausia: cómo proteger tu piel

Piel, manchas, arrugas. ¿Cómo afecta el sol a nuestra piel en la menopausia?

A partir de la menopausia, la piel vive una etapa distinta: más fina, menos elástica y, a menudo, más sensible. 

Sol manchas y arrugas en la menopausia tienen mucha relación y te lo contamos en el blog de hoy. Es el momento en que el sol deja de ser sólo una fuente de vitamina D y se convierte en un factor clave en el envejecimiento: potencia manchas, arrugas, flacidez y pérdida de luminosidad.
Entender cómo incide la radiación solar en esta nueva fase es fundamental para cuidar la piel con conciencia y evitar daños que se acumulan con los años.

La radiación solar y sus efectos: piel manchas y arrugas en la menopáusica

En esta etapa, la barrera cutánea se debilita: disminuye la producción de colágeno y elastina, se reduce la renovación celular y la piel pierde humedad con más facilidad. Eso la hace especialmente vulnerable a la radiación UVA (responsable del envejecimiento) y los rayos UVB (causantes de quemaduras y manchas).
La consecuencia: aparición o acentuación de manchas oscuras (léntigos o melasma), arrugas más marcadas, pérdida de firmeza y una textura apagada que hace que la piel luzca más delgada y frágil.

Piel manchas y arrugas en la menopausia: cómo el sol amplifica la hiperpigmentación 

Los estrógenos regulan la melanina, el pigmento responsable del color de la piel. Al disminuir, las células pigmentarias responden de forma errática al sol, provocando zonas irregulares de color. De hecho, muchas mujeres descubren manchas nuevas justo en esta etapa de la vida.
El sol actúa como catalizador: lo que comienza con una irregularidad pequeña, puede convertirse en manchas visibles y profundas con la exposición prolongada y sin protección.

Arrugas, flacidez y sensibilidad: el desgaste solar acumulado

Con el paso del tiempo, el daño solar se acumula como una cuenta silenciosa que se cobra factura a partir de los 50 años. Es por eso que piel manchas y arrugas en la menopausia tienen tanta relación y es importante explorarlo. La falta de colágeno y elastina —ya disminuidas por la menopausia— se acelera con el sol, y provoca arrugas más profundas, descolgamiento facial y adelgazamiento dérmico.
Además, la piel puede volverse más reactiva, sensible y propensa a la irritación si no se adapta la protección solar y el cuidado diario.

Cómo proteger tu piel del sol en la menopausia

No se trata de renunciar al sol, sino de disfrutarlo con respeto y prevención. Aquí tienes algunas recomendaciones esenciales para que el sol manchas y menopausia no sea un problema y puedas disfrutar del sol cuidando de tu piel:

  • Pantalla solar diaria: elige un protector amplio espectro SPF 50. Si vas a tomar el sol de forma más directa o prolongada, añade gafas solares, sombrero y ropa de protección.
  • Aplica con constancia: cada 2-3 horas si estás al aire libre, y en una cantidad adecuada (al menos 2 mg/cm² de piel).
  • Revisa ingredientes: busca filtros antioxidantes y renovadores (como niacinamida, vitamina C, ácido ferúlico o péptidos).
  • Rutina post‑sol reparadora: incorpora serums con vitamina C o E, hidratantes y cremas con péptidos que ayuden a regenerar.
  • Exfoliación suave y médica: consulta con dermatólogo para valorar peelings o tratamientos profesionales para manchas y arrugas.

Cuidado diario: hábitos que ayudan todo el año

  • Limpieza suave para eliminar los restos de filtros solares sin alterar la barrera cutánea.
  • Hidratación continua: con ingredientes como glicerina, escualano o ceramidas para reforzar la defensa natural.
  • Antioxidantes tópicos: los suplementos funcionan desde el interior, pero la vitamina C, E o el resveratrol en sérum aportan protección extra.

No es demasiado tarde para reparar y cuidar

Aunque hayas tenido años de exposición al sol, nunca es demasiado tarde para actuar. En la menopausia, invertir en una rutina de protección eficaz no es solo una cuestión estética: es salud. Reducir la agresividad solar hoy es prevenir problemas futuros como el cáncer de piel o un envejecimiento prematuro severo.

Si te ha interesado este blog sobre sol manchas y arrugas en la menopausia , te recomendamos que leas este otro sobre cómo cuidar tu piel en la menopausia, en el que profundizamos todavía más sobre los cuidados que necesitas en esta etapa. 

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El artículo ha sido escrito y revisado por la biotecnóloga Júlia Guri.

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Aceite de geranio
Reconfortante

El aceite de geranio ha demostrado tener un impacto sobre el estado de ánimo, en concreto sus propiedades para mejorar el humor. Su agradable olor y sus propiedades aromáticas se utilizan a menudo en aromaterapia. La aromaterapia con aceite de geranio ha sido reconocida por su potencial para aliviar los síntomas de ansiedad y depresión, contribuyendo a mejorar el estado de ánimo y a reducir los cambios de humor (1).

Aceite de lavanda
Calmante

La mayoría de estudios sobre el aceite de lavanda se centran en sus propiedades terapéuticas generales, como la relajación, el alivio de la ansiedad y sus efectos sedantes. Este aceite es conocido por sus efectos calmantes sobre el sistema nervioso, que pueden ayudar indirectamente con síntomas como los sofocos asociados al estrés o a los cambios hormonales durante la menopausia (1).

Aceite de
ylang-ylang
Calmante

El aceite de Ylang-ylang, extraído de las flores del árbol Cananga odorata, proporciona múltiples beneficios en diversas aplicaciones. Este aceite es especialmente valorado por su capacidad para reducir la presión arterial y fomentar la relajación cuando se absorbe a través de la piel. Asimismo, posee propiedades antibacterianas significativas (1).

1. Kurniawansyah, I., Ratnawulan, S., & Budiman, A. (2018). THE ANTIBACTERIAL ACTIVITIES OF AROMATHERAPY ESSENTIAL OILS OF LAVENDER (LAVANDULA ANGUSTIFOLIA MILL), ROSEMARY (ROSMARINUS OFFICINALIS L.) AND YLANG-YLANG (CANANGA ODORATA (LAMK.) HOOK) AGAINST AIRBORNE BACTERIA. International Research Journal Of Pharmacy. https://doi.org/10.7897/2230-8407.09692.

Reishi
Neuroregenerativo

El Reishi es un hongo medicinal que fomenta la proliferación de células progenitoras neurales (CPN) para mejorar la neurogénesis y aliviar el déficit cognitivo.

Es utilizado como agente terapéutico regenerativo para el tratamiento del deterioro cognitivo asociado a enfermedades neurodegenerativas (1).

Amapola Californiana
Sedante

La amapola californiana se emplea en el tratamiento de trastornos del sueño y ansiedad. Estudios han demostrado que la combinación de la amapola californiana con la valeriana contribuye de manera significativa a mejorar el insomnio. Este tratamiento favorece el aumento de la duración del sueño nocturno, reduce el número de despertares y alivia la ansiedad (1).

Pasiflora
Ansiolítica

Estudios sugieren que ayuda a reducir el estrés, y por lo tanto, puede ser útil en el tratamiento del insomnio, la ansiedad y la depresión. Su actuación incluye la inhibición de forma dosis dependiente de la unión de los antagonistas específicos a sus receptores GABAA y GABAB, además de inhibir la recaptación de GABA. (1)

Salvia
Termorregulador

Además del efecto estrogénico, la salvia da lugar a la modulación de distintos neurorreceptores y de los transportadores de serotonina – 5HT como modo de acción del extracto alcohólico de Salvia. officinalis. Esto en conjunto con su actuación sobre centro el termorregulador hipotalámico, resulta en un control de los síntomas  vasomotores (sofocos y sudores).

Maca
Energizante

El tratamiento de 6 semanas con maca en mujeres postmenopáusicas, ha mostrado una reducción significativa del 30,8% en la ansiedad con respecto al placebo, además de reducir la disfunción sexual en mujeres independientemente de su actividad estrogénica (1).

Estudios in vitro revelan un efecto anti-fatiga y potenciador de la capacidad muscular gracias a su capacidad de aliviar el estrés muscular post-ejercicio, mejorando el rendimiento físico y retrasando la fatiga muscular (2).

Las raíces de maca son una fuente de alta densidad nutricional, incluyendo carbohidratos, proteínas y fibra, además de minerales, vitaminas y aminoácidos. La maca destaca por mejorar la salud reproductiva y la libido. Su contribución nutricional la convierte en una fuente esencial de energía, especialmente beneficiosa para mujeres en la menopausia (3).

Tribulus
Lubricante

Estudios muestran que la suplementación con tribulus en mujeres menopáusicas mejora en un 83.3% la lubricación vaginal antes y durante las relaciones, luego de un periodo de consumo de 90 días (1).

Rhodiola
Anti-fatiga

Dentro de sus compuestos bioactivos, están las rosavinas y salidrosides, que ejercen un efecto positivo sobre el eje hipotalámico-pituitario-adrenal, reduciendo los niveles de cortisol a nivel del sistema nervioso. Por otro lado, estudios en mujeres menopáusicas muestran que sus activos tienen actividad selectiva por los receptores de estrógenos (ER-α), y actividad sobre la enzima óxido nítrico sintetasa, teniendo un efecto vasodilatador y antiinflamatorio (1).

Fenogreco
Modulador hormonal

Estudios revelan que la suplementación durante 90 días en mujeres con síntomas de postmenopausia, muestra una mejora significativa en la sequedad vaginal, reduciendo en un 50% las molestias asociadas. 

Además de reducir en un 47,8% los sofocos diarios, pasando desde 3 a 4 episodios diarios, a sólo 1 a 2 episodios (1).

Shatavari
Modulador hormomal

Sus compuestos activos, entre ellos, las saponinas, tienen una estructura similar a la del estrógeno humano, lo cual ha mostrado en estudios in vitro una alta capacidad para unirse a receptores de estrógenos (ER-α) en el cuerpo, imitando un efecto estrogénico generalizado de mediana intensidad, e incluso teniendo una acción anticarcinogénica ante casos de cáncer de mama (1).

En postmenopausia, su suplementación muestra mejoras en la función y potencia muscular, ayudando a preservar la masa muscular y previniendo estados de osteoporosis (2).

Ashwagandha
Anti-estrés
Estudios revelan que la suplementación durante 8 semanas en mujeres con síntomas de menopausia, mostró una reducción significativa de los síntomas clásicos, con especial mejora en el dominio psicológico como la ansiedad, estrés, irritabilidad y cambios de humor (1).

Sus compuestos activos actúan principalmente en el sistema nervioso central en donde simulan neurotransmisores inhibitorios (tipo GABA) que reducen los estímulos nerviosos; normalizan los niveles de dopamina y mejoran la función motora; intensifica la actividad de la acetilcolina y mejora la neurotransmisión sináptica. También a nivel de sistema inmune, estimula los linfocitos, células encargadas de conferir protección frente agentes patógenos externos (2).

Es por esto, que la ashwagandha se utiliza comúnmente como un adaptógeno, lo que significa que puede ayudar a equilibrar y regular el sistema nervioso central, reducir el estrés y mejorar la respuesta del cuerpo a la tensión física y emocional.