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Metabolismo y menopausia: por qué cambia tu cuerpo y cómo recuperar el equilibrio

Metabolismo y menopausia: por qué cambia tu cuerpo y cómo recuperar el equilibrio

Durante la transición menopáusica, muchas mujeres experimentan un cambio significativo en la composición corporal: ganan peso, acumulan más grasa abdominal y les cuesta mantener su masa muscular. ¿La causa? No es solo la edad, ni una cuestión de fuerza de voluntad. Es ciencia.

¿Qué sucede realmente en tu metabolismo durante la menopausia?

A partir de la perimenopausia, los niveles de estrógenos comienzan a descender, y esta caída hormonal impacta directamente sobre varios sistemas metabólicos:

    • Aumento de grasa visceral: La proporción de grasa abdominal (visceral) pasa del 5-8% al 10-15% del peso corporal total en muchas mujeres menopáusicas. Esta grasa se asocia con mayor riesgo cardiovascular y resistencia a la insulina.
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    • Pérdida de masa muscular (sarcopenia): Con la edad y la disminución de estrógenos, la masa muscular disminuye progresivamente, lo que reduce el gasto energético basal (metabolismo en reposo). El músculo es metabólicamente activo: cuanto menos músculo tienes, menos calorías necesitas para mantener tu cuerpo en funcionamiento.
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    • Alteración en la sensibilidad a la insulina: El tejido adiposo en la zona central se asocia con mayor resistencia a la insulina y riesgo de desarrollar síndrome metabólico, especialmente en mujeres sedentarias.
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Según el estudio SWAN (Study of Women’s Health Across the Nation), las mujeres ganan una media de 1.5 kg por año durante la transición menopáusica, con un incremento total medio de 10 kg desde la perimenopausia hasta la posmenopausia.

¿Se puede revertir? Sí, con intervención basada en evidencia

No hay necesidad de recurrir a dietas extremas. La mejor estrategia, respaldada por estudios de alta calidad, combina déficit calórico moderado y ejercicio físico regular, especialmente ejercicio de fuerza.

Reducción calórica sostenida:

La pérdida de peso efectiva requiere un déficit de 500 kcal/día (≈3.500 kcal/semana). Este déficit puede lograrse modificando la alimentación actual sin necesidad de seguir planes restrictivos que excluyen grupos alimentarios enteros.

Composición del plato: enfoque equilibrado

Una guía práctica para mejorar la calidad de la dieta es esta proporción en cada comida:

  •  1/2 fruta y verdura
  •  ¼ proteínas (pescado, huevos, tofu, legumbres, carnes magras)
  •  ¼ carbohidratos de bajo índice glucémico (arroz basmati, avena, pan de centeno o integral)
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El consumo adecuado de proteínas (≈1,0–1,2 g/kg/día) ayuda a preservar masa muscular, mejora la saciedad y contribuye al control glucémico. Las fuentes vegetales deben complementarse para asegurar todos los aminoácidos esenciales, especialmente en dietas veganas.

Mujeres veganas deben asegurar el aporte de: calcio, hierro, vitamina B12, omega 3 y yodo, idealmente mediante alimentos fortificados y/o suplementación dirigida.

 El rol del ejercicio: más allá de las calorías

El músculo es clave en la regulación del metabolismo. Por eso, el entrenamiento de fuerza no es opcional: es una herramienta terapéutica.

Recomendamos ejercicio aeróbico (brisk walking) mínimo 150 minutos por semana y ejercicios de fuerza mínimo 2 veces por semana.

Ejercicios simples como sentadillas, flexiones, remo con bandas o pesas pequeñas son eficaces si se hacen con regularidad. Su efecto: mejora de la sensibilidad a la insulina, aumento del gasto basal y mejor composición corporal.

Consejo práctico: medir el progreso con cintas métricas (cintura, cadera) o ropa, no solo con la báscula. Muchas mujeres ganan músculo (que pesa más que la grasa) aunque bajen volumen.

Otros factores metabólicos a vigilar

 

        • Vitamina D: se recomienda suplementar con 10 mcg/día (400 UI) en todas las mujeres menopáusicas. Te recomendamos que leas este blog en el que hablamos sobre la importancia de la Vitamina D en la menopausia.
        • Calcio: 700–1200 mg/día, especialmente si hay osteopenia u osteoporosis. 
        • Hierro, folato y yodo: muchas mujeres presentan niveles bajos; prioriza alimentos ricos o fortificados.

       

Conclusión: el metabolismo en menopausia sí cambia, pero también se puede adaptar

No necesitas resignarte. Con una estrategia basada en ciencia, pequeños cambios sostenidos y una visión integral, puedes recuperar el equilibrio metabólico, proteger tu salud ósea y cardiovascular y sentirte fuerte en esta nueva etapa.

En DOMMA, creemos que la información rigurosa y la acción consciente son clave para tomar el control de tu salud.
No se trata de volver a tu cuerpo de antes. Se trata de construir uno nuevo, fuerte y alineado contigo.
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El artículo ha sido escrito y revisado por la biotecnóloga Júlia Guri.

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Aceite de geranio
Reconfortante

El aceite de geranio ha demostrado tener un impacto sobre el estado de ánimo, en concreto sus propiedades para mejorar el humor. Su agradable olor y sus propiedades aromáticas se utilizan a menudo en aromaterapia. La aromaterapia con aceite de geranio ha sido reconocida por su potencial para aliviar los síntomas de ansiedad y depresión, contribuyendo a mejorar el estado de ánimo y a reducir los cambios de humor (1).

Aceite de lavanda
Calmante

La mayoría de estudios sobre el aceite de lavanda se centran en sus propiedades terapéuticas generales, como la relajación, el alivio de la ansiedad y sus efectos sedantes. Este aceite es conocido por sus efectos calmantes sobre el sistema nervioso, que pueden ayudar indirectamente con síntomas como los sofocos asociados al estrés o a los cambios hormonales durante la menopausia (1).

Aceite de
ylang-ylang
Calmante

El aceite de Ylang-ylang, extraído de las flores del árbol Cananga odorata, proporciona múltiples beneficios en diversas aplicaciones. Este aceite es especialmente valorado por su capacidad para reducir la presión arterial y fomentar la relajación cuando se absorbe a través de la piel. Asimismo, posee propiedades antibacterianas significativas (1).

1. Kurniawansyah, I., Ratnawulan, S., & Budiman, A. (2018). THE ANTIBACTERIAL ACTIVITIES OF AROMATHERAPY ESSENTIAL OILS OF LAVENDER (LAVANDULA ANGUSTIFOLIA MILL), ROSEMARY (ROSMARINUS OFFICINALIS L.) AND YLANG-YLANG (CANANGA ODORATA (LAMK.) HOOK) AGAINST AIRBORNE BACTERIA. International Research Journal Of Pharmacy. https://doi.org/10.7897/2230-8407.09692.

Reishi
Neuroregenerativo

El Reishi es un hongo medicinal que fomenta la proliferación de células progenitoras neurales (CPN) para mejorar la neurogénesis y aliviar el déficit cognitivo.

Es utilizado como agente terapéutico regenerativo para el tratamiento del deterioro cognitivo asociado a enfermedades neurodegenerativas (1).

Amapola Californiana
Sedante

La amapola californiana se emplea en el tratamiento de trastornos del sueño y ansiedad. Estudios han demostrado que la combinación de la amapola californiana con la valeriana contribuye de manera significativa a mejorar el insomnio. Este tratamiento favorece el aumento de la duración del sueño nocturno, reduce el número de despertares y alivia la ansiedad (1).

Pasiflora
Ansiolítica

Estudios sugieren que ayuda a reducir el estrés, y por lo tanto, puede ser útil en el tratamiento del insomnio, la ansiedad y la depresión. Su actuación incluye la inhibición de forma dosis dependiente de la unión de los antagonistas específicos a sus receptores GABAA y GABAB, además de inhibir la recaptación de GABA. (1)

Salvia
Termorregulador

Además del efecto estrogénico, la salvia da lugar a la modulación de distintos neurorreceptores y de los transportadores de serotonina – 5HT como modo de acción del extracto alcohólico de Salvia. officinalis. Esto en conjunto con su actuación sobre centro el termorregulador hipotalámico, resulta en un control de los síntomas  vasomotores (sofocos y sudores).

Maca
Energizante

El tratamiento de 6 semanas con maca en mujeres postmenopáusicas, ha mostrado una reducción significativa del 30,8% en la ansiedad con respecto al placebo, además de reducir la disfunción sexual en mujeres independientemente de su actividad estrogénica (1).

Estudios in vitro revelan un efecto anti-fatiga y potenciador de la capacidad muscular gracias a su capacidad de aliviar el estrés muscular post-ejercicio, mejorando el rendimiento físico y retrasando la fatiga muscular (2).

Las raíces de maca son una fuente de alta densidad nutricional, incluyendo carbohidratos, proteínas y fibra, además de minerales, vitaminas y aminoácidos. La maca destaca por mejorar la salud reproductiva y la libido. Su contribución nutricional la convierte en una fuente esencial de energía, especialmente beneficiosa para mujeres en la menopausia (3).

Tribulus
Lubricante

Estudios muestran que la suplementación con tribulus en mujeres menopáusicas mejora en un 83.3% la lubricación vaginal antes y durante las relaciones, luego de un periodo de consumo de 90 días (1).

Rhodiola
Anti-fatiga

Dentro de sus compuestos bioactivos, están las rosavinas y salidrosides, que ejercen un efecto positivo sobre el eje hipotalámico-pituitario-adrenal, reduciendo los niveles de cortisol a nivel del sistema nervioso. Por otro lado, estudios en mujeres menopáusicas muestran que sus activos tienen actividad selectiva por los receptores de estrógenos (ER-α), y actividad sobre la enzima óxido nítrico sintetasa, teniendo un efecto vasodilatador y antiinflamatorio (1).

Fenogreco
Modulador hormonal

Estudios revelan que la suplementación durante 90 días en mujeres con síntomas de postmenopausia, muestra una mejora significativa en la sequedad vaginal, reduciendo en un 50% las molestias asociadas. 

Además de reducir en un 47,8% los sofocos diarios, pasando desde 3 a 4 episodios diarios, a sólo 1 a 2 episodios (1).

Shatavari
Modulador hormomal

Sus compuestos activos, entre ellos, las saponinas, tienen una estructura similar a la del estrógeno humano, lo cual ha mostrado en estudios in vitro una alta capacidad para unirse a receptores de estrógenos (ER-α) en el cuerpo, imitando un efecto estrogénico generalizado de mediana intensidad, e incluso teniendo una acción anticarcinogénica ante casos de cáncer de mama (1).

En postmenopausia, su suplementación muestra mejoras en la función y potencia muscular, ayudando a preservar la masa muscular y previniendo estados de osteoporosis (2).

Ashwagandha
Anti-estrés
Estudios revelan que la suplementación durante 8 semanas en mujeres con síntomas de menopausia, mostró una reducción significativa de los síntomas clásicos, con especial mejora en el dominio psicológico como la ansiedad, estrés, irritabilidad y cambios de humor (1).

Sus compuestos activos actúan principalmente en el sistema nervioso central en donde simulan neurotransmisores inhibitorios (tipo GABA) que reducen los estímulos nerviosos; normalizan los niveles de dopamina y mejoran la función motora; intensifica la actividad de la acetilcolina y mejora la neurotransmisión sináptica. También a nivel de sistema inmune, estimula los linfocitos, células encargadas de conferir protección frente agentes patógenos externos (2).

Es por esto, que la ashwagandha se utiliza comúnmente como un adaptógeno, lo que significa que puede ayudar a equilibrar y regular el sistema nervioso central, reducir el estrés y mejorar la respuesta del cuerpo a la tensión física y emocional.