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Enfermedades del corazón en la menopausia

Salud cardíaca y menopausia

A medida que las mujeres entran en el climaterio, los cambios hormonales afectan diversos aspectos de su salud. Un área de preocupación es la  salud cardíaca en la menopausia.  Profundicemos en cómo estos dos están relacionados.

La menopausia marca el final de los años reproductivos de una mujer y generalmente ocurre a finales de los 40 o principios de los 50. Esta transición implica una disminución significativa en los niveles de estrógeno, lo que puede afectar el sistema cardiovascular. Se cree que el estrógeno tiene un efecto protector en el corazón al ayudar a mantener vasos sanguíneos saludables y reducir los niveles de colesterol.

El papel de las hormonas en la salud cardíaca

Durante la menopausia, las fluctuaciones hormonales pueden llevar a diversos problemas relacionados con el corazón. Estos incluyen factores de riesgo aumentados de enfermedades cardíacas, como la presión arterial alta y el colesterol alto. 

A medida que las mujeres ingresan en la etapa de la menopausia, los niveles de hormonas, en particular el estrógeno, disminuyen de manera significativa. El estrógeno es una hormona que juega un papel esencial en el mantenimiento de la salud cardiovascular en las mujeres: Ayuda a mantener los vasos sanguíneos flexibles y a reducir los niveles de colesterol en sangre. Cuando los niveles de estrógeno disminuyen, se pueden experimentar una serie de cambios en el sistema cardiovascular que aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas.

La presión arterial alta es uno de los factores de riesgo más importantes para las enfermedades cardíacas, y durante la menopausia, es común que las mujeres experimenten un aumento en la presión arterial. Esto se debe en parte a la disminución de los efectos protectores del estrógeno en los vasos sanguíneos. Por lo tanto, es fundamental controlar la presión arterial de manera regular y tomar medidas para mantenerla dentro de los niveles saludables.

El colesterol alto es otro factor de riesgo para las enfermedades cardíacas, y los niveles de colesterol también pueden verse afectados por la menopausia. El estrógeno ayuda a mantener los niveles de colesterol en sangre en equilibrio, pero con su disminución, es posible que el colesterol LDL (colesterol «malo») aumenta y el colesterol HDL (colesterol «bueno») disminuya. Esto puede aumentar el riesgo de acumulación de placa en las arterias, lo que puede llevar a enfermedades cardíacas.

Cambios en el estilo de vida

Los cambios en el estilo de vida que a menudo acompañan a la menopausia también pueden influir en la salud del corazón. A continuación explicamos algunos de los más relevantes a tener en cuenta:

  1. Reducción de la actividad física: Muchas mujeres pueden volverse menos activas físicamente, ya sea debido a los síntomas de la menopausia, como los sofocos, o simplemente debido a la falta de motivación. La falta de actividad física puede contribuir al aumento de peso y al debilitamiento de los músculos, lo que a su vez puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas.
  1. Hábitos alimentarios: Algunas pueden experimentar antojos de alimentos poco saludables, y la disminución del metabolismo basal que a menudo se produce con la edad puede hacer que sea más fácil ganar peso. El aumento de peso, especialmente en la zona abdominal, está relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas.
  1. Calidad del sueño: La menopausia también puede afectar la calidad del sueño en algunas mujeres, lo que puede llevar a la fatiga y la falta de energía. Esto puede influir en la capacidad para mantener un estilo de vida activo y saludable. La fatiga y el estrés pueden llevar a malos hábitos alimenticios y a la falta de ejercicio, lo que a su vez aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas.

Síntomas a observar para prevenir las enfermedades del corazón

La menopausia es una etapa de la vida en la que las mujeres pueden ser más susceptibles a problemas cardíacos, y es importante estar atenta a los posibles síntomas que puedan indicar un problema cardíaco. Algunos de los síntomas a los que debes prestar atención incluyen:

  1. Dolor en el pecho: El dolor o la presión en el pecho no debe ignorarse. Puede ser un signo de angina de pecho o incluso de un ataque al corazón. Si experimentas dolor en el pecho, especialmente si se irradia hacia el brazo izquierdo, la mandíbula o la espalda, busca atención médica de inmediato.
  2.  Falta de aliento: La dificultad para respirar o la sensación de falta de aliento, especialmente durante la actividad física, podrían ser indicativos de un problema cardíaco. Esto puede ser más notorio durante la menopausia debido a los cambios hormonales y al aumento de peso.
  3.  Ritmo cardíaco irregular Si notas que tu ritmo cardíaco es irregular o experimentas palpitaciones intensas, podría ser un signo de arritmia cardíaca. Esto debe ser evaluado por un profesional de la salud.
Es importante recordar que estos síntomas no necesariamente indican un problema cardíaco, pero no deben ser pasados por alto. Consulta a tu médico si experimentas alguno de estos síntomas, ya que un diagnóstico y tratamiento tempranos pueden marcar la diferencia en la salud de tu corazón.

Consejos para mantener una salud cardíaca durante la menopausia

Aunque la menopausia puede traer desafíos para la salud cardíaca, existen diversas estrategias que las mujeres pueden adoptar para mantener una buena salud cardíaca durante esta etapa de la vida. Aquí te presentamos algunas recomendaciones:
  1. Mantén un estilo de vida activo: La actividad física regular es fundamental para mantener un corazón saludable. Intenta incorporar al menos 150 minutos de actividad moderada o 75 minutos de actividad vigorosa a la semana. Esto puede incluir caminar, nadar, andar en bicicleta o practicar yoga. El ejercicio contribuye a mantener un peso saludable, controlar la presión arterial y mejorar la salud cardiovascular en general.
  1. Mantén una dieta equilibrada: Una alimentación saludable es esencial. Opta por una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables. Reduzca la ingesta de alimentos procesados, azúcares añadidos y grasas saturadas. También es importante controlar la cantidad de sodio en tu dieta para mantener la presión arterial en niveles adecuados.
  1. Controla el peso: Durante la menopausia, es común que las mujeres experimenten un aumento de peso, especialmente en la zona abdominal. Mantener un peso saludable es esencial para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Una combinación de una dieta equilibrada y ejercicio regular puede ayudarte a controlar tu peso.
  1. Controla la presión arterial: Realiza un seguimiento regular de tu presión arterial y, si es necesario, tomar medidas para mantenerla en niveles saludables. Esto puede incluir cambios en la dieta, ejercicio, y en algunos casos, medicamentos recetados por un profesional de la salud.
  1. Controla los niveles de colesterol: Además de mantener una dieta saludable, es importante medir regularmente los niveles de colesterol. Si tienes niveles elevados de colesterol LDL (colesterol «malo») o bajos niveles de colesterol HDL (colesterol «bueno»), tu médico puede recomendarte cambios en la dieta y, en algunos casos, medicamentos para reducir el riesgo de acumulación de placa en las arterias.
  1. Evita el tabaquismo: Fumar es un factor de riesgo importante para las enfermedades cardíacas. Si eres fumadora, busca apoyo para dejar de fumar. Dejar el tabaco tiene beneficios significativos para la salud cardiovascular y general.
  1. Controla el estrés: La gestión del estrés es esencial. El estrés crónico puede tener un impacto negativo en la salud del corazón. Practica técnicas de relajación como la meditación, el yoga o la respiración profunda para reducir el estrés y promover la tranquilidad.
  1. Mantén una red de apoyo: Compartir tus preocupaciones y experiencias con amigos, familiares o grupos de apoyo puede ser beneficioso para mantener la salud mental y emocional durante la menopausia. El estrés y la salud mental también están relacionados con la salud del corazón.
Ante todo, te recomendamos mantener un seguimiento médico regular: Programa revisiones de salud regulares con tu médico para evaluar tu salud cardiovascular. Esto te permitirá identificar y abordar cualquier problema de manera temprana.

Preguntas frecuentes sobre las enfermedades del corazón en la menopausia

Los factores de riesgo incluyen la edad, antecedentes familiares y decisiones de estilo de vida, como la dieta y el ejercicio. Los cambios hormonales durante la menopausia también pueden contribuir.
Mantener un estilo de vida saludable con ejercicio regular, una dieta equilibrada y la gestión del estrés puede reducir significativamente el riesgo. Además, es imprescindible los chequeos regulares con un especialista para analizar tu caso en concreto.
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El artículo ha sido escrito y revisado por la biotecnóloga Júlia Guri.

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Aceite de geranio
Reconfortante

El aceite de geranio ha demostrado tener un impacto sobre el estado de ánimo, en concreto sus propiedades para mejorar el humor. Su agradable olor y sus propiedades aromáticas se utilizan a menudo en aromaterapia. La aromaterapia con aceite de geranio ha sido reconocida por su potencial para aliviar los síntomas de ansiedad y depresión, contribuyendo a mejorar el estado de ánimo y a reducir los cambios de humor (1).

Aceite de lavanda
Calmante

La mayoría de estudios sobre el aceite de lavanda se centran en sus propiedades terapéuticas generales, como la relajación, el alivio de la ansiedad y sus efectos sedantes. Este aceite es conocido por sus efectos calmantes sobre el sistema nervioso, que pueden ayudar indirectamente con síntomas como los sofocos asociados al estrés o a los cambios hormonales durante la menopausia (1).

Aceite de
ylang-ylang
Calmante

El aceite de Ylang-ylang, extraído de las flores del árbol Cananga odorata, proporciona múltiples beneficios en diversas aplicaciones. Este aceite es especialmente valorado por su capacidad para reducir la presión arterial y fomentar la relajación cuando se absorbe a través de la piel. Asimismo, posee propiedades antibacterianas significativas (1).

1. Kurniawansyah, I., Ratnawulan, S., & Budiman, A. (2018). THE ANTIBACTERIAL ACTIVITIES OF AROMATHERAPY ESSENTIAL OILS OF LAVENDER (LAVANDULA ANGUSTIFOLIA MILL), ROSEMARY (ROSMARINUS OFFICINALIS L.) AND YLANG-YLANG (CANANGA ODORATA (LAMK.) HOOK) AGAINST AIRBORNE BACTERIA. International Research Journal Of Pharmacy. https://doi.org/10.7897/2230-8407.09692.

Reishi
Neuroregenerativo

El Reishi es un hongo medicinal que fomenta la proliferación de células progenitoras neurales (CPN) para mejorar la neurogénesis y aliviar el déficit cognitivo.

Es utilizado como agente terapéutico regenerativo para el tratamiento del deterioro cognitivo asociado a enfermedades neurodegenerativas (1).

Amapola Californiana
Sedante

La amapola californiana se emplea en el tratamiento de trastornos del sueño y ansiedad. Estudios han demostrado que la combinación de la amapola californiana con la valeriana contribuye de manera significativa a mejorar el insomnio. Este tratamiento favorece el aumento de la duración del sueño nocturno, reduce el número de despertares y alivia la ansiedad (1).

Pasiflora
Ansiolítica

Estudios sugieren que ayuda a reducir el estrés, y por lo tanto, puede ser útil en el tratamiento del insomnio, la ansiedad y la depresión. Su actuación incluye la inhibición de forma dosis dependiente de la unión de los antagonistas específicos a sus receptores GABAA y GABAB, además de inhibir la recaptación de GABA. (1)

Salvia
Termorregulador

Además del efecto estrogénico, la salvia da lugar a la modulación de distintos neurorreceptores y de los transportadores de serotonina – 5HT como modo de acción del extracto alcohólico de Salvia. officinalis. Esto en conjunto con su actuación sobre centro el termorregulador hipotalámico, resulta en un control de los síntomas  vasomotores (sofocos y sudores).

Maca
Energizante

El tratamiento de 6 semanas con maca en mujeres postmenopáusicas, ha mostrado una reducción significativa del 30,8% en la ansiedad con respecto al placebo, además de reducir la disfunción sexual en mujeres independientemente de su actividad estrogénica (1).

Estudios in vitro revelan un efecto anti-fatiga y potenciador de la capacidad muscular gracias a su capacidad de aliviar el estrés muscular post-ejercicio, mejorando el rendimiento físico y retrasando la fatiga muscular (2).

Las raíces de maca son una fuente de alta densidad nutricional, incluyendo carbohidratos, proteínas y fibra, además de minerales, vitaminas y aminoácidos. La maca destaca por mejorar la salud reproductiva y la libido. Su contribución nutricional la convierte en una fuente esencial de energía, especialmente beneficiosa para mujeres en la menopausia (3).

Tribulus
Lubricante

Estudios muestran que la suplementación con tribulus en mujeres menopáusicas mejora en un 83.3% la lubricación vaginal antes y durante las relaciones, luego de un periodo de consumo de 90 días (1).

Rhodiola
Anti-fatiga

Dentro de sus compuestos bioactivos, están las rosavinas y salidrosides, que ejercen un efecto positivo sobre el eje hipotalámico-pituitario-adrenal, reduciendo los niveles de cortisol a nivel del sistema nervioso. Por otro lado, estudios en mujeres menopáusicas muestran que sus activos tienen actividad selectiva por los receptores de estrógenos (ER-α), y actividad sobre la enzima óxido nítrico sintetasa, teniendo un efecto vasodilatador y antiinflamatorio (1).

Fenogreco
Modulador hormonal

Estudios revelan que la suplementación durante 90 días en mujeres con síntomas de postmenopausia, muestra una mejora significativa en la sequedad vaginal, reduciendo en un 50% las molestias asociadas. 

Además de reducir en un 47,8% los sofocos diarios, pasando desde 3 a 4 episodios diarios, a sólo 1 a 2 episodios (1).

Shatavari
Modulador hormomal

Sus compuestos activos, entre ellos, las saponinas, tienen una estructura similar a la del estrógeno humano, lo cual ha mostrado en estudios in vitro una alta capacidad para unirse a receptores de estrógenos (ER-α) en el cuerpo, imitando un efecto estrogénico generalizado de mediana intensidad, e incluso teniendo una acción anticarcinogénica ante casos de cáncer de mama (1).

En postmenopausia, su suplementación muestra mejoras en la función y potencia muscular, ayudando a preservar la masa muscular y previniendo estados de osteoporosis (2).

Ashwagandha
Anti-estrés
Estudios revelan que la suplementación durante 8 semanas en mujeres con síntomas de menopausia, mostró una reducción significativa de los síntomas clásicos, con especial mejora en el dominio psicológico como la ansiedad, estrés, irritabilidad y cambios de humor (1).

Sus compuestos activos actúan principalmente en el sistema nervioso central en donde simulan neurotransmisores inhibitorios (tipo GABA) que reducen los estímulos nerviosos; normalizan los niveles de dopamina y mejoran la función motora; intensifica la actividad de la acetilcolina y mejora la neurotransmisión sináptica. También a nivel de sistema inmune, estimula los linfocitos, células encargadas de conferir protección frente agentes patógenos externos (2).

Es por esto, que la ashwagandha se utiliza comúnmente como un adaptógeno, lo que significa que puede ayudar a equilibrar y regular el sistema nervioso central, reducir el estrés y mejorar la respuesta del cuerpo a la tensión física y emocional.