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fitoestrógenos-menopausia-DOMMA

Fitoestrógenos y cáncer. ¿Mito o realidad?

El consumo de fitoestrógenos no produce cáncer

En la búsqueda constante de soluciones naturales para afrontar los síntomas de la menopausia, los fitoestrógenos han destacado como componentes de gran interés. Sin embargo, ha surgido una red de preocupaciones en torno a estos compuestos debido a la idea errónea de que podrían aumentar el riesgo de cáncer. En este artículo explicaremos el mecanismo de acción de los fitoestrógenos y su efecto durante la menopausia, desmintiendo los mitos que los relacionan con el cáncer.

Mecanismo de acción de los fitoestrógenos

Los fitoestrógenos son compuestos naturales presentes en numerosos alimentos de origen vegetal como cereales integrales, legumbres, semillas, hortalizas y frutas. Tienen una estructura similar a los estrógenos, lo que permite unirse a sus receptores y simular sus funciones a menor intensidad. Es por eso que decimos que los fitoestrógenos poseen una actividad estrogénica débil, pero ¿cómo logran esto?

Eficacia y seguridad de los fitoestrógenos

El mecanismo de acción de los fitoestrógenos se fundamenta en su habilidad para unirse a los receptores de estrógenos en el cuerpo. Podemos visualizar estos receptores como cajas con una forma específica, y los estrógenos encajan perfectamente en ellas. Si una molécula con una forma diferente intenta unirse, no podrá encajar en la caja, es decir, no se unirá al receptor. Debido a la similitud estructural entre los fitoestrógenos y los estrógenos, los fitoestrógenos pueden encajar de manera óptima en estas cajas. De esta manera, los fitoestrógenos pueden unirse a los receptores de estrógenos, imitando la actividad de los estrógenos, aunque lo hacen de manera más suave o débil. A continuación te lo ilustramos para que puedas hacerte una idea más clara al respecto.
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En contraste con las alegaciones beneficiosas para la salud, existe la inquietud de que puedan actuar como alteradores endocrinos y generar efectos adversos para la salud. Pero eso no parece ser cierto. La mayoría de estudios concluyen que no se observan efectos secundarios significativos en el consumo de fitoestrógenos.

Una de las preocupaciones más comunes reside en la idea equivocada de que los fitoestrógenos podrían desencadenar el cáncer. Es por eso que muchos estudios se han centrado en desvelar si estos pueden contribuir al desarrollo de cáncer o no. La controversia nace desde estudios científicos EN RATAS. Estas, al ser sometidas a altas cantidades de fitoestrógenos (específicamente isoflavonas de soja), se observó una estimulación en el crecimiento de tejido mamario. Este resultado generó una alarma ante la posibilidad de que esto pudiera replicarse en humanos, especialmente en aquellas personas con antecedentes de cáncer hormono-dependiente, es decir, cáncer de tejidos sensibles a esta hormona como son principalmente el útero, las mamas y los ovarios.

Este hecho desencadenó una cascada de investigaciones relacionadas; al principio los resultados eran poco consistentes, pero cada vez más se evidencia que los fitoestrógenos no poseen relación directa con el cáncer y que incluso, algunos de ellos podrían presentar actividad antitumoral, pudiendo evitar justamente el crecimiento indiscriminado además de otros múltiples beneficios para la salud. Por lo tanto, los estudios concluyen que los fitoestrógenos NO aumentan el riesgo de desarrollar cáncer y además nos protegen contra este.

Beneficios del consumo de fitoestrógenos

A parte de esta actividad estrogénica débil que hemos argumentado, los fitoestrógenos también ofrecen una variedad de beneficios adicionales.

  1. Acción antioxidante: inhiben la formación de radicales libres.
  1. Actividad antiangiogénica.
  1. Acción antiproliferativa.
  1. Inhibición de enzimas relacionadas con la tumorogénesis.
Adicionalmente, estudios demuestran que una dieta rica en fitoestrógenos se asocia con una mayor protección contra el cáncer de mama y otros cánceres.

Acción de los fitoestrógenos en la menopausia

El gran interés en los fitoestrógenos surgió al observar algunos estudios epidemiológicos donde se comparaba la población oriental de la occidental. En la población oriental se observó una menor incidencia de enfermedad cardiovascular y de algunos cánceres hormonodependientes como el cáncer de mama o el de endometrio.

Además, se observó que las mujeres orientales presentaban una menor influencia de trastornos asociados al climaterio como los sofocos, en relación a las mujeres occidentales.

Investigando por esta línea, se demostró que esto no se debía solamente a factores genéticos. Cambiando los hábitos dietéticos de los orientales por los occidentales igualaba el riesgo de padecer estas dolencias respecto a la población occidental. Según estudios el 75-85% de las mujeres occidentales padecen sofocos durante la menopausia mientras que sólo un 15-25% de las mujeres orientales los padecen y esto estaría relacionado con el consumo de fitoestrógenos.

Se ha estudiado que una de las mayores diferencias entre ambos tipos de dietas es el consumo de soja y sus productos derivados. Las mujeres orientales consumen un mayor contenido de soja que las mujeres occidentales.

La soja es rica en isoflavonas, un tipo de fitoestrógenos, que como hemos visto, se les atribuye el efecto protector de la dieta oriental ya que poseen una débil actividad estrogénica.

Por todo esto y sus beneficios adicionales demostrados en múltiples estudios, los fitoestrógenos se utilizan como alternativa a la terapia hormonal sustitutiva (TSH) para tratar los síntomas de la menopausia y prevenir sus consecuencias.

Tratamientos con fitoestrógenos en la menopausia

Según este estudio, después de 4 meses de tratamiento con fitoestrógenos se observó una disminución significativa del número de sofocos en un 80-82% de las mujeres. Además también se observó una mejoría significativa en los demás parámetros evaluados tales como trastornos del sueño, nerviosismo, estado de ánimo depresivo y disminución de la líbido.

En esta línea, DOMMA ofrece productos con ingredientes ricos en saponinas, un tipo de fiotestrógenos que han mostrado alta efectividad y seguridad.

Preguntas frecuentes sobre los fitoestrógenos en la menopausia

En general, los suplementos de fitoestrógenos son seguros para muchas mujeres en la menopausia, pero la seguridad puede depender de la salud individual. De todas maneras, siempre se recomienda que toda persona con antecedente de cáncer hormono-dependiente siempre consulte con su médico especialista, antes de consumir este tipo de ingredientes, ya que cada caso debe ser analizado de manera individual y tomando en cuenta toda la historia clínica, en especial aquellas que se encuentran bajo tratamientos farmacológicos asociados.

Puedes incluir fitoestrógenos en tu dieta mediante alimentos como la soja, el tofu, el lino, las semillas de sésamo cereales integrales, legumbres, hortalizas y frutas. Estos elementos son fuentes ricas y naturales de fitoestrógenos.
Además, existen suplementos con fitoestrógenos específicos para la transición menopausica, como lo son los productos de DOMMA.

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El artículo ha sido escrito y revisado por la biotecnóloga Júlia Guri.

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Reconfortante

El aceite de geranio ha demostrado tener un impacto sobre el estado de ánimo, en concreto sus propiedades para mejorar el humor. Su agradable olor y sus propiedades aromáticas se utilizan a menudo en aromaterapia. La aromaterapia con aceite de geranio ha sido reconocida por su potencial para aliviar los síntomas de ansiedad y depresión, contribuyendo a mejorar el estado de ánimo y a reducir los cambios de humor (1).

Aceite de lavanda
Calmante

La mayoría de estudios sobre el aceite de lavanda se centran en sus propiedades terapéuticas generales, como la relajación, el alivio de la ansiedad y sus efectos sedantes. Este aceite es conocido por sus efectos calmantes sobre el sistema nervioso, que pueden ayudar indirectamente con síntomas como los sofocos asociados al estrés o a los cambios hormonales durante la menopausia (1).

Aceite de
ylang-ylang
Calmante

El aceite de Ylang-ylang, extraído de las flores del árbol Cananga odorata, proporciona múltiples beneficios en diversas aplicaciones. Este aceite es especialmente valorado por su capacidad para reducir la presión arterial y fomentar la relajación cuando se absorbe a través de la piel. Asimismo, posee propiedades antibacterianas significativas (1).

1. Kurniawansyah, I., Ratnawulan, S., & Budiman, A. (2018). THE ANTIBACTERIAL ACTIVITIES OF AROMATHERAPY ESSENTIAL OILS OF LAVENDER (LAVANDULA ANGUSTIFOLIA MILL), ROSEMARY (ROSMARINUS OFFICINALIS L.) AND YLANG-YLANG (CANANGA ODORATA (LAMK.) HOOK) AGAINST AIRBORNE BACTERIA. International Research Journal Of Pharmacy. https://doi.org/10.7897/2230-8407.09692.

Reishi
Neuroregenerativo

El Reishi es un hongo medicinal que fomenta la proliferación de células progenitoras neurales (CPN) para mejorar la neurogénesis y aliviar el déficit cognitivo.

Es utilizado como agente terapéutico regenerativo para el tratamiento del deterioro cognitivo asociado a enfermedades neurodegenerativas (1).

Amapola Californiana
Sedante

La amapola californiana se emplea en el tratamiento de trastornos del sueño y ansiedad. Estudios han demostrado que la combinación de la amapola californiana con la valeriana contribuye de manera significativa a mejorar el insomnio. Este tratamiento favorece el aumento de la duración del sueño nocturno, reduce el número de despertares y alivia la ansiedad (1).

Pasiflora
Ansiolítica

Estudios sugieren que ayuda a reducir el estrés, y por lo tanto, puede ser útil en el tratamiento del insomnio, la ansiedad y la depresión. Su actuación incluye la inhibición de forma dosis dependiente de la unión de los antagonistas específicos a sus receptores GABAA y GABAB, además de inhibir la recaptación de GABA. (1)

Salvia
Termorregulador

Además del efecto estrogénico, la salvia da lugar a la modulación de distintos neurorreceptores y de los transportadores de serotonina – 5HT como modo de acción del extracto alcohólico de Salvia. officinalis. Esto en conjunto con su actuación sobre centro el termorregulador hipotalámico, resulta en un control de los síntomas  vasomotores (sofocos y sudores).

Maca
Energizante

El tratamiento de 6 semanas con maca en mujeres postmenopáusicas, ha mostrado una reducción significativa del 30,8% en la ansiedad con respecto al placebo, además de reducir la disfunción sexual en mujeres independientemente de su actividad estrogénica (1).

Estudios in vitro revelan un efecto anti-fatiga y potenciador de la capacidad muscular gracias a su capacidad de aliviar el estrés muscular post-ejercicio, mejorando el rendimiento físico y retrasando la fatiga muscular (2).

Las raíces de maca son una fuente de alta densidad nutricional, incluyendo carbohidratos, proteínas y fibra, además de minerales, vitaminas y aminoácidos. La maca destaca por mejorar la salud reproductiva y la libido. Su contribución nutricional la convierte en una fuente esencial de energía, especialmente beneficiosa para mujeres en la menopausia (3).

Tribulus
Lubricante

Estudios muestran que la suplementación con tribulus en mujeres menopáusicas mejora en un 83.3% la lubricación vaginal antes y durante las relaciones, luego de un periodo de consumo de 90 días (1).

Rhodiola
Anti-fatiga

Dentro de sus compuestos bioactivos, están las rosavinas y salidrosides, que ejercen un efecto positivo sobre el eje hipotalámico-pituitario-adrenal, reduciendo los niveles de cortisol a nivel del sistema nervioso. Por otro lado, estudios en mujeres menopáusicas muestran que sus activos tienen actividad selectiva por los receptores de estrógenos (ER-α), y actividad sobre la enzima óxido nítrico sintetasa, teniendo un efecto vasodilatador y antiinflamatorio (1).

Fenogreco
Modulador hormonal

Estudios revelan que la suplementación durante 90 días en mujeres con síntomas de postmenopausia, muestra una mejora significativa en la sequedad vaginal, reduciendo en un 50% las molestias asociadas. 

Además de reducir en un 47,8% los sofocos diarios, pasando desde 3 a 4 episodios diarios, a sólo 1 a 2 episodios (1).

Shatavari
Modulador hormomal

Sus compuestos activos, entre ellos, las saponinas, tienen una estructura similar a la del estrógeno humano, lo cual ha mostrado en estudios in vitro una alta capacidad para unirse a receptores de estrógenos (ER-α) en el cuerpo, imitando un efecto estrogénico generalizado de mediana intensidad, e incluso teniendo una acción anticarcinogénica ante casos de cáncer de mama (1).

En postmenopausia, su suplementación muestra mejoras en la función y potencia muscular, ayudando a preservar la masa muscular y previniendo estados de osteoporosis (2).

Ashwagandha
Anti-estrés
Estudios revelan que la suplementación durante 8 semanas en mujeres con síntomas de menopausia, mostró una reducción significativa de los síntomas clásicos, con especial mejora en el dominio psicológico como la ansiedad, estrés, irritabilidad y cambios de humor (1).

Sus compuestos activos actúan principalmente en el sistema nervioso central en donde simulan neurotransmisores inhibitorios (tipo GABA) que reducen los estímulos nerviosos; normalizan los niveles de dopamina y mejoran la función motora; intensifica la actividad de la acetilcolina y mejora la neurotransmisión sináptica. También a nivel de sistema inmune, estimula los linfocitos, células encargadas de conferir protección frente agentes patógenos externos (2).

Es por esto, que la ashwagandha se utiliza comúnmente como un adaptógeno, lo que significa que puede ayudar a equilibrar y regular el sistema nervioso central, reducir el estrés y mejorar la respuesta del cuerpo a la tensión física y emocional.