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Menopausia y insomnio

El insomnio es un trastorno común del sueño que afecta a millones de personas. Este desafío nocturno, va mucho más allá de la dificultad para conciliar el sueño. Provoca también dificultades para permanecer dormido y lograr un sueño de calidad. Sus repercusiones, tanto a corto como a largo plazo, se reflejan en la salud física y mental.

La menopausia marca el final de los años reproductivos de una mujer y generalmente ocurre a finales de los 40 o principios de los 50. Esta transición conlleva una disminución notable de las hormonas sexuales. Las etapas de cambios hormonales están estrechamente relacionadas a los trastornos del sueño. En este artículo, exploraremos las razones detrás de esta conexión y proporcionaremos consejos prácticos sobre cómo hacer que esta etapa sea lo más llevadera posible.

¿Cómo afecta la menopausia al sueño?

Los estrógenos y la progesterona, las principales hormonas sexuales femeninas, mantienen una estrecha relación con el sueño. Durante la transición menopáusica, estas hormonas experimentan un descenso significativo, lo cual se refleja en alteraciones en los patrones del sueño.

Los estrógenos están vinculados con la calidad del sueño. Estudios demuestran que a niveles más elevados de estrógenos se relacionan con una mayor calidad del sueño. Por lo tanto, estas hormonas tienen una influencia sustancial en el sueño, y la disminución de sus niveles podría estar relacionada con el desarrollo de insomnio.
Investigaciones recientes han revelado que los estrógenos están implicados en la regulación de neurotransmisores y sistemas de señalización en el cerebro que influyen en el sueño. Entre estos mecanismos se encuentran la modulación de serotonina, la melatonina y el sistema de noradrenalina, que desempeñan un papel importante en la regulación del sueño y del estado de ánimo. Esto indica que los cambios en los niveles de estrógenos son un factor central en los trastornos del sueño.

Por otro lado, la hormona progesterona se asocia con la fragmentación en el sueño, manifestándose a través de despertares nocturnos. Esto se produce a través tanto de efectos a nivel de los centros cerebrales de regulación del sueño, como por mecanismos indirectos al provocar un incremento de la temperatura corporal. Además, la progesterona también contribuye al incremento de la somnolencia diurna.

Por todo esto, podemos afirmar que existe una relación directa entre las hormonas sexuales y el sueño. Las considerables fluctuaciones hormonales que se producen en las mujeres, especialmente durante el climaterio, explican por qué la probabilidad de padecer insomnio es 1,6 veces mayor en mujeres que en hombres.

Síntomas y consecuencias del insomnio

La presencia persistente de un patrón de sueño insatisfactorio se asocia con una disminución significativa de la calidad de vida y un descenso general de la satisfacción vital. Además, un patrón de sueño inadecuado representa un importante factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares e incluso la depresión.

Los principales síntomas del insomnio son:

  • Sensación de cansancio diurno.
  • Falta de energía.
  •  No sentirse renovado al despertar.
  •  Despertar varias veces durante la noche.
  • Impacto en la memoria y concentración.

Estos tienen como consecuencia:

  • Impacto inmediato en la salud mental y física.
  •  Reducción del rendimiento diario.
  •  Fatiga persistente.
  •  Falta de concentración.

Aumentando el riesgo de padecer:

  • Presión arterial alta.
  •  Cardiopatía isquémica.
  •  Diabetes.
  • Cáncer.

Consejos para combatir el insomnio durante la menopausia

Para mejorar la salud y mejorar la calidad de vida durante la menopausia, es esencial implementar cambios y seguir algunos consejos que te presentamos a continuación.

  1. Establecer rutinas de sueño disciplinadas antes de ir a dormir y al despertarse.
  1. Dormir entre 7 y 9h manteniendo horarios regulares de sueño y vigilia.
  1. Limitar la cafeína y la tecnología antes de dormir.
  1. Evitar la exposición a luces horas antes de acostarte.
  1. Exponerse a luz natural por la mañana y a la oscuridad por la noche.
  1. Abstenerse de sustancias que pueden alterar el sueño como el alcohol.
  1. Tomar infusiones relajantes antes de acostarse. CALMA, una infusión herbal específicamente formulada para combatir el insomnio y los sofocos nocturnos es una buenísima opción.
  1. Practica ejercicio físico de manera regular para mejorar la calidad del sueño.
  1. Cuida tu alimentación. La estrategias nutricionales juegan un papel clave en los desórdenes del sueño asociados a la menopausia.

Prioriza tu sueño para una vida más saludable.

Tratamientos naturales para el insomnio durante la menopausia

En ocasiones, seguir estos consejos puede no ser suficiente para combatir el insomnio, especialmente en etapas como el climaterio, donde gran parte de este trastorno del sueño depende de nuestras hormonas, que son difíciles de controlar. Es por esto que a veces se hace necesario recurrir a tratamientos específicos.


Una excelente opción es DESCANSO, que combina adaptógenos y fitoestrógenos, convirtiéndolo en un tratamiento especialmente formulado para abordar el insomnio en la menopausia. DESCANSO contribuye a sincronizar tu ciclo natural del sueño y a preservar tu salud cognitiva.

Preguntas frecuentes sobre el insomnio en la menopausia

  1. Tomar infusiones relajantes como CALMA, antes de ir a dormir puede favorecer la relajación y preparar al cuerpo para un descanso reparador.
  1. La exposición a la luz natural durante el día y a la oscuridad en la noche ayuda a regular el ritmo circadiano y mejorar la calidad del sueño.
  1. Realizar ejercicio diario, pero evitando el ejercicio intenso antes de ir a dormir.
  1. Dormir en un ambiente fresco y oscuro, condiciones óptimas para un descanso más profundo y reparador.
  1. Establecer una rutina marcada antes de acostarse para indicar al cuerpo que es el momento de relajarse.
  1. Abstenerse o alejar la ingesta de cafeína o alcohol antes de ir a dormir.
  1. Invertir en un buen colchón y un buen cojín
  1. Suplementos como DESCANSO.

El insomnio conlleva efectos perjudiciales para la salud, manifestándose tanto a corto como a largo plazo. En el corto plazo, se traduce en:

  • Disminución del rendimiento diario.
  • Sensación persistente de fatiga.
  • Falta de concentración.
  • Disminución de los actos reflejos.

A largo plazo, aumenta el riesgo de padecer diversas condiciones, incluyendo:

  • Diabetes.
  • Cáncer.
  • Obesidad, entre otros.

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