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Picos de glucosa y aumento de peso: cómo afectan tu energía, apetito y metabolismo

 

Picos de glucosa y aumento de peso en la menopausia

¿Qué relación tienen los picos de glucosa con la menopausia?

¿Alguna vez has sentido hambre al poco rato de haber comido?
¿O esa sensación de cansancio, niebla mental o necesidad de picar algo dulce a media tarde?
Y detrás de todo eso podría estar un fenómeno silencioso, pero muy común: los picos de glucosa. Lo cierto es que los picos de glucosa y el aumento de peso están muy relacionados. 
Aunque solemos asociar la glucosa con la energía, la realidad es que sus subidas y bajadas bruscas pueden generar efectos poco deseados en el cuerpo: desde acumulación de grasa hasta alteraciones en el apetito y el estado de ánimo.

Si te interesa este tema te recomendamos que visites el apartado de nutrición de nuestros blogs para conocer más sobre cómo alimentarte mejor durante esta etapa, mantenerte más saciada y con más energía.

¿Qué es un pico de glucosa?

Después de comer, especialmente si lo que hemos comido tiene un alto índice glucémico (azúcares, harinas refinadas, bollería, cereales procesados…), los niveles de glucosa en sangre suben. Esta subida es natural, pero cuando es demasiado brusca, el cuerpo reacciona liberando grandes cantidades de insulina (la hormona que permite que la glucosa pase de la sangre a las células) para bajar esos niveles lo más rápido posible.
Este ciclo —subida rápida, bajada rápida— es lo que se conoce como un pico glucémico.
Y aunque puede pasar desapercibido, tiene consecuencias que afectan a cómo te sientes… y también a cómo funciona tu metabolismo.

1. Mayor almacenamiento de la grasa

Cuando el cuerpo recibe más glucosa de la que necesita en ese momento, la intenta almacenar. Es por eso que los picos de glucosa y el aumento de peso guardan tanta relación.
Primero lo hace en forma de glucógeno en el hígado y los músculos, pero estos “depósitos” son limitados. Una vez llenos, el excedente se convierte en grasa, que se almacena principalmente en el tejido adiposo.
Esto no ocurre solo cuando comemos en exceso: también puede suceder tras comidas aparentemente normales pero con alto impacto glucémico, que elevan el azúcar en sangre más de lo necesario.

2. Menor saciedad y hambre entre horas

Uno de los efectos más inmediatos del pico de glucosa es lo que viene después: la caída rápida de azúcar en sangre.
Cuando la insulina actúa de forma brusca para bajar la glucosa, puede hacerlo tan rápido que, en poco tiempo, los niveles bajan por debajo del rango óptimo.
El resultado: sensación de hambre, antojos de algo dulce o necesidad de comer de nuevo, aunque hayan pasado apenas dos horas desde la última comida.
Esto no ocurre con comidas que elevan la glucosa de forma más lenta y sostenida (por ejemplo, platos ricos en fibra, grasas saludables y proteínas), ya que la respuesta de insulina es más equilibrada y progresiva.

.3. Energía inestable y mente dispersa

Los picos de glucosa y aumento de peso no solo afectan nuestro cuerpo y apariencia, también afectan al cerebro.
Durante la subida, muchas personas experimentan una breve sensación de energía o euforia, seguida de una caída que puede venir acompañada de:

  • Cansancio o “bajón” físico.
  • Irritabilidad o cambios de humor.
  • Dificultad para concentrarse o sensación de “mente nublada”.

Este tipo de subidas y bajadas continuas pueden hacer que el día se sienta como una montaña rusa emocional y energética, aunque estés comiendo “normal”.

Si estás experimentando cansancio en la menopausia, te recomendamos Equilibrio, un suplemento natural diseñado para aumentar tu energía y vitalidad, y reducir otros síntomas típicos de esta etapa como sofocos, irritabilidad o cambios de humor. 

¿Por qué es tan importante prestar atención a los picos de glucosa?

En el contexto de la menopausia, estos desequilibrios pueden ser aún más frecuentes debido a los cambios hormonales que afectan la sensibilidad a la insulina y el metabolismo general.
Por eso, aprender a modular los picos de glucosa puede marcar una gran diferencia en tu bienestar diario y en el control del peso a largo plazo.

Pequeños cambios en cómo combinas los alimentos, el orden en que los comes, o moverte después de las comidas pueden ayudarte a mantener la glucosa más estable… y sentirte mejor.

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El artículo ha sido escrito y revisado por la biotecnóloga Júlia Guri.

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Aceite de geranio
Reconfortante

El aceite de geranio ha demostrado tener un impacto sobre el estado de ánimo, en concreto sus propiedades para mejorar el humor. Su agradable olor y sus propiedades aromáticas se utilizan a menudo en aromaterapia. La aromaterapia con aceite de geranio ha sido reconocida por su potencial para aliviar los síntomas de ansiedad y depresión, contribuyendo a mejorar el estado de ánimo y a reducir los cambios de humor (1).

Aceite de lavanda
Calmante

La mayoría de estudios sobre el aceite de lavanda se centran en sus propiedades terapéuticas generales, como la relajación, el alivio de la ansiedad y sus efectos sedantes. Este aceite es conocido por sus efectos calmantes sobre el sistema nervioso, que pueden ayudar indirectamente con síntomas como los sofocos asociados al estrés o a los cambios hormonales durante la menopausia (1).

Aceite de
ylang-ylang
Calmante

El aceite de Ylang-ylang, extraído de las flores del árbol Cananga odorata, proporciona múltiples beneficios en diversas aplicaciones. Este aceite es especialmente valorado por su capacidad para reducir la presión arterial y fomentar la relajación cuando se absorbe a través de la piel. Asimismo, posee propiedades antibacterianas significativas (1).

1. Kurniawansyah, I., Ratnawulan, S., & Budiman, A. (2018). THE ANTIBACTERIAL ACTIVITIES OF AROMATHERAPY ESSENTIAL OILS OF LAVENDER (LAVANDULA ANGUSTIFOLIA MILL), ROSEMARY (ROSMARINUS OFFICINALIS L.) AND YLANG-YLANG (CANANGA ODORATA (LAMK.) HOOK) AGAINST AIRBORNE BACTERIA. International Research Journal Of Pharmacy. https://doi.org/10.7897/2230-8407.09692.

Reishi
Neuroregenerativo

El Reishi es un hongo medicinal que fomenta la proliferación de células progenitoras neurales (CPN) para mejorar la neurogénesis y aliviar el déficit cognitivo.

Es utilizado como agente terapéutico regenerativo para el tratamiento del deterioro cognitivo asociado a enfermedades neurodegenerativas (1).

Amapola Californiana
Sedante

La amapola californiana se emplea en el tratamiento de trastornos del sueño y ansiedad. Estudios han demostrado que la combinación de la amapola californiana con la valeriana contribuye de manera significativa a mejorar el insomnio. Este tratamiento favorece el aumento de la duración del sueño nocturno, reduce el número de despertares y alivia la ansiedad (1).

Pasiflora
Ansiolítica

Estudios sugieren que ayuda a reducir el estrés, y por lo tanto, puede ser útil en el tratamiento del insomnio, la ansiedad y la depresión. Su actuación incluye la inhibición de forma dosis dependiente de la unión de los antagonistas específicos a sus receptores GABAA y GABAB, además de inhibir la recaptación de GABA. (1)

Salvia
Termorregulador

Además del efecto estrogénico, la salvia da lugar a la modulación de distintos neurorreceptores y de los transportadores de serotonina – 5HT como modo de acción del extracto alcohólico de Salvia. officinalis. Esto en conjunto con su actuación sobre centro el termorregulador hipotalámico, resulta en un control de los síntomas  vasomotores (sofocos y sudores).

Maca
Energizante

El tratamiento de 6 semanas con maca en mujeres postmenopáusicas, ha mostrado una reducción significativa del 30,8% en la ansiedad con respecto al placebo, además de reducir la disfunción sexual en mujeres independientemente de su actividad estrogénica (1).

Estudios in vitro revelan un efecto anti-fatiga y potenciador de la capacidad muscular gracias a su capacidad de aliviar el estrés muscular post-ejercicio, mejorando el rendimiento físico y retrasando la fatiga muscular (2).

Las raíces de maca son una fuente de alta densidad nutricional, incluyendo carbohidratos, proteínas y fibra, además de minerales, vitaminas y aminoácidos. La maca destaca por mejorar la salud reproductiva y la libido. Su contribución nutricional la convierte en una fuente esencial de energía, especialmente beneficiosa para mujeres en la menopausia (3).

Tribulus
Lubricante

Estudios muestran que la suplementación con tribulus en mujeres menopáusicas mejora en un 83.3% la lubricación vaginal antes y durante las relaciones, luego de un periodo de consumo de 90 días (1).

Rhodiola
Anti-fatiga

Dentro de sus compuestos bioactivos, están las rosavinas y salidrosides, que ejercen un efecto positivo sobre el eje hipotalámico-pituitario-adrenal, reduciendo los niveles de cortisol a nivel del sistema nervioso. Por otro lado, estudios en mujeres menopáusicas muestran que sus activos tienen actividad selectiva por los receptores de estrógenos (ER-α), y actividad sobre la enzima óxido nítrico sintetasa, teniendo un efecto vasodilatador y antiinflamatorio (1).

Fenogreco
Modulador hormonal

Estudios revelan que la suplementación durante 90 días en mujeres con síntomas de postmenopausia, muestra una mejora significativa en la sequedad vaginal, reduciendo en un 50% las molestias asociadas. 

Además de reducir en un 47,8% los sofocos diarios, pasando desde 3 a 4 episodios diarios, a sólo 1 a 2 episodios (1).

Shatavari
Modulador hormomal

Sus compuestos activos, entre ellos, las saponinas, tienen una estructura similar a la del estrógeno humano, lo cual ha mostrado en estudios in vitro una alta capacidad para unirse a receptores de estrógenos (ER-α) en el cuerpo, imitando un efecto estrogénico generalizado de mediana intensidad, e incluso teniendo una acción anticarcinogénica ante casos de cáncer de mama (1).

En postmenopausia, su suplementación muestra mejoras en la función y potencia muscular, ayudando a preservar la masa muscular y previniendo estados de osteoporosis (2).

Ashwagandha
Anti-estrés
Estudios revelan que la suplementación durante 8 semanas en mujeres con síntomas de menopausia, mostró una reducción significativa de los síntomas clásicos, con especial mejora en el dominio psicológico como la ansiedad, estrés, irritabilidad y cambios de humor (1).

Sus compuestos activos actúan principalmente en el sistema nervioso central en donde simulan neurotransmisores inhibitorios (tipo GABA) que reducen los estímulos nerviosos; normalizan los niveles de dopamina y mejoran la función motora; intensifica la actividad de la acetilcolina y mejora la neurotransmisión sináptica. También a nivel de sistema inmune, estimula los linfocitos, células encargadas de conferir protección frente agentes patógenos externos (2).

Es por esto, que la ashwagandha se utiliza comúnmente como un adaptógeno, lo que significa que puede ayudar a equilibrar y regular el sistema nervioso central, reducir el estrés y mejorar la respuesta del cuerpo a la tensión física y emocional.